El informe del Barómetro de Seguridad Vial y Medio Ambiente del Grupo Bosch y Anfac, elaborado por Anfac Research, destaca que los vehículos diésel equipados con filtro de partículas se han duplicado, pasando del 54% al 100% actual, en solo cinco años. Dispositivos de alta tecnología diésel, como el filtro de partículas, sistema de inyección directa, gestión de electrónica avanzada, permiten una fuerte reducción del impacto medioambiental de los vehículos, señala el informe.
Sin embargo, la escasa renovación del parque, debido a la situación de crisis, provoca una ralentización en la mejora de las prestaciones medioambientales que aportan los vehículos diésel al parque de turismos. La edad media del parque de vehículos diésel es algo menor que la general, con una media de nueve años, debido al fuerte impacto en el mercado de las motorizaciones diésel en los últimos años.
El Informe de Anfac Research para el Grupo Bosch, muestra además que si no se hubiera producido el envejecimiento prematuro del parque automovilístico español, las reducciones de partículas, motivado por los nuevos sistemas, hubieran sido aproximadamente un 44% mayores. Sin duda, el Plan PIVE provocará un efecto positivo en el parque al sacar de la circulación vehículos antiguos y reemplazarlos por nuevos, equipados con las últimas tecnologías.
Las cifras contenidas en el informe muestran que sólo un 23,5% del parque de turismos diésel actual dispone de filtro de partículas, debido a la alta proporción de vehículos antiguos. Por Comunidades Autónomas, Madrid es la que presenta una mayor presencia del filtro de partículas en el parque actual de turismos diésel, con una tasa del 27%. En la parte baja se encuentras la Comunidad de Extremadura y Ceuta y Melilla, con tasas que no llegan al 20%.
Más eficacia, menos contaminación
Cabe destacar, igualmente, que otro tipo de emisiones contaminantes como el CO2 o los HC y NOx, se han reducido también de manera significativa en los últimos diez años, en concreto un 14,3% y un 58,9% respectivamente. Esto es debido al desarrollo de sistemas y productos que hacen que los motores diésel sean cada vez más eficientes y menos contaminantes.
El filtro de partículas depura los gases de escape atrapando las partículas de hollín que, debido a su mayor tamaño no pueden atravesar la cerámica porosa, de la que están construidas, como el resto de gases. El filtro de partículas requiere un sistema avanzado de gestión e inyección de alta presión para garantizar una combustión óptima. Actualmente, la eficiencia de filtrado de un filtro de partículas es mayor de un 95%, por lo que incluso las más pequeñas nano-partículas se pueden filtrar. Según un estudio del Instituto Nacional del Cáncer de Milán, si un vehículo diesel con filtro de partículas funciona al ralentí durante 100 minutos, no genera más partículas que un cigarrillo encendido.
