Funcionarios de la Comisión Europea llevaron a cabo el pasado martes una serie de inspecciones por sorpresa en las sedes de varias compañías petroleras, ante las sospechas de que hayan alcanzado acuerdos ilegales para manipular índices de precios de gasolinas y biocarburantes, lo que podría perjudicar a los consumidores, informa Guitrans.
La patronal guipuzcoana continúa indicando, en su boletín digital, que de confirmarse estos indicios, "el Ejecutivo comunitario podría imponer a las compañías fuertes multas. Siguiendo su práctica habitual, Bruselas ha eludido identificar a las petroleras implicadas y a los países en los que están basados. Las inspecciones por sorpresa son un paso preliminar en las investigaciones de prácticas contrarias a la competencia, pero no prejuzgan su resultado final. No hay plazos legales para completar estas investigaciones".
