Comparándolos a los tranvías y los trenes ligeros, los autores encontraron que el autobús gana en términos de desarrollo de alto valor con un bajo coste primario. Este estudio es el primero en mostrar que el desarrollo de las líneas de autobús se puede aprovechar en un gran ahorro para las ciudades. La clave está en invertir en un sistema de tránsito rápido (BRT), como el conocido TransMilenio de Bogotá.
El BRT requiere carriles específicos para autobuses, estaciones de acceso controlado y prioridad en las intersecciones. Tiene mucho más en común con un metro que con un autobús común de la ciudad, pero dependiendo de los neumáticos en lugar de raíles. Eso significa que es mucho más barato de construir que cualquier sistema ferroviario.
El HealthLine de Cleveland tiene un tramo de BRT de 10,9 kilómetros con estaciones específicas y vías de autobús que funciona las 24 horas del día. A pesar de la apertura en medio de la recesión económica de 2008, ITDP estima que atrajo 5,8 billones de dólares en el desarrollo del tránsito orientado a lo largo de la ruta. Eso es un increíble rendimiento de la inversión, teniendo en cuenta que el coste de construcción de HealthLine fue de alrededor de 50 millones de dólares.
Según ITDP, tres factores son los que explican el éxito de cualquier sistema de transporte de superficie: la primera es el apoyo del gobierno en el desarrollo orientado al tránsito, en segundo lugar es la ubicación de la línea de transporte y, por último, la calidad del transporte en sí determina la cantidad de inversión necesaria. Si BRT puede igualar o superar a un tren ligero caro cuando se trata de calidad, es una buena opción, y por ello otras ciudades han tomado nota.
-(resized).jpg "Alexander Dennis prueba su nuevo autobús eléctrico en Guernsey")
