La federación CETCAT y la coordinadora de transportistas formada por ASTAC y AGTC, ambas miembros de Fenadismer, reiteraron ayer los motivos de su rechazo frontal a las políticas de transporte de la Generalitat de los últimos años.
Entre sus motivos está por ejemplo la aprobación en enero de una ley de medidas fiscales, administrativas y financieras -conocida como la Euroviñeta-, para los camiones de más de 12 toneladas.
Según cálculos elaborados por las asociaciones de transportistas este nuevo impuesto, que entrará en vigor el próximo mes de septiembre, supondrá unos sobrecostes de 18.000 euros anuales por vehículo. Fenadismer, que se hizo eco de la convocatoria de prensa de esta semana, recordó que ya solicitó a la Unión Europea (UE) que estudiara la legalidad de dicha tasa con arreglo a las directivas europeas.
Otra espina clavada para las asociaciones catalanas es el incumplimiento de los planes de desarrollo del sector del transporte catalán, suscritos en junio de 2012, que pretendían mejorar la competitividad con formación en seguridad, calidad y gestión medioambiental.
Más costes y ninguna alternativa
Además las asociaciones creen que no se ha avanzado nada en otro frente: la devolución del céntimo sanitario, que la Consejería se comprometió a ayudar a recuperar.
Por otra parte, las asociaciones creen que algunas medidas aprobadas en materia de circulación, como la que prohibió la circulación en 90 kilómetros de la A-2, desviando los camiones a la Autopista de peaje AP-7, tampoco ayudan.
Otra causa de su descontento es la implantación en Cataluña del aumento en el tonelaje de los camiones a 44 toneladas. Una decisión que Fenadismer califica de "unilateral" frente a la regulación existente en el resto del territorio nacional. A esto añaden la falta de planificación en la medida, dado que todavía no hay mecanismos para que los transportistas puedan repercutir a sus clientes el coste extra del mayor tonelaje.
