El Plan PIMA Transporte es un programa que será clave para que los volúmenes de vehículos industriales vuelvan a recuperar cuotas más elevadas y que dispondrá de 450 millones de euros. Esta iniciativa impulsada por los Ministerios de Fomento y Medio Ambiente, se completa con la acción del BEI.
Es un Plan pionero en toda Europa, que coloca a España en un buen lugar dentro del sector del automóvil. Ante la falta de financiación por parte de los bancos a las pymes del sector, la aparición de una línea de ayudas para la compra de camiones pesados era necesaria, ya que en los años en que se ha mantenido la crisis económica era el único segmento del transporte por carretera que no estaba amparado por ningún Plan público de ayudas, del que sí disfrutaban los vehículos ligeros y furgonetas (Planes PIVE y PIMA Aire).
Esto ha significado en el caso del Sector del transporte pesado de mercancías una disminución en las matriculaciones de los vehículos en más de un 60% desde el inicio de la crisis (pasando de los 36.000 camiones matriculados en 2007 a los apenas 13.000 vehículos matriculados en 2014) y que la flota haya envejecido de manera alarmante, pasando en el caso de los camiones de los 5'9 años de media a los 11'7 años de media en la actualidad, y en el caso de las cabezas tractoras pasando de los 4'7 años a los 7'8 años en la actualidad.
El BEI ha firmado en presencia de los Ministerios de Fomento y Medio Ambiente, varios préstamos por un importe total de 450 millones de euros destinados a financiar la renovación de flotas de transporte terrestre y tractores. Esta acción es vital para posibilitar el acceso al crédito a los consumidores de este tipo de vehículos, ya que prácticamente el 100% de las compras de éstos se financia. En conclusión, el Plan PIMA Transporte, con esta acción de financiación, servirá para que la estabilidad económica llegue más rápidamente a nuestro país, y a que el crédito fluya con mayor rapidez y acabe antes en las manos de los usuarios de este tipo de vehículos.
Sin embargo, algunas asociaciones de transportistas lamentan que en la aprobación de la línea BEI Vehículos del plan PIMA Transporte, se hayan pensado más los intereses de las empresas fabricantes de camiones que los de las pequeñas y medianas empresas transportistas, al haberse quedado fuera de dicha línea de financiación la adquisición de vehículos usados (de segunda mano), como se había solicitado, lo que hubiera contribuido a un mayor rejuvenecimiento de la actual flota de transporte, fundamentalmente en las empresas transportistas de menor tamaño, dada su precaria situación económica, ya que les hubiera permitido sustituir vehículos más antiguos por vehículos otros más modernos pero usados, y menos contaminantes.
