El portabicicletas va colocado en la trasera del autobús, tal y como indica el Reglamento General de Vehículos, y tiene capacidad para transportar dos bicicletas. El sistema de funcionamiento se ha diseñado para permitir un uso rápido y sencillo. Consta de dos raíles, uno por vehículo, y unos brazos con unos muelles que se ajustan en la rueda delantera de la bici para sujetarla.
En pocos segundos, el usuario habrá dejado su vehículo anclado con todas las garantías de seguridad, y podrá iniciar su trayecto en autobús. El uso del portabicicletas no supone un incremento del coste del billete. El autobús cuenta en su interior con dos pulsadores específicos para estos usuarios, para que cuando se pulse, el conductor sepa que en esa parada va a bajar una bicicleta.
El objetivo del Ayuntamiento de Bilbao es testar nuevas fórmulas de intermodalidad, y fomentar que los viajeros puedan combinar dos medios de transporte ecológicos y sostenibles, como son los nuevos autobuses y la bicicleta.
