www.nexotrans.com

IRU considera que la propuesta comunitaria para transporte de peligrosas mantiene la anticompetitividad

La patronal internacional avusa que la directiva dañará tanto la competitividad europea como al sector

miércoles 02 de julio de 2008, 01:00h

La IRU ha demostrado su rotunda oposición a la imposición de un modo de transporte por encima de otro, como se estipula en la Directiva adoptada por el Parlamento Europeo y el Consejo acerca del transporte interno de mercancías peligrosas, que elevará los riesgos y facilitará relocalizaciones.

Debido a la entrada en vigor en Junio de 2009 para el transporte por carretera y ferrocarril, con un periodo de transición hasta de dos años para las vías fluviales, esta Directiva dará a los Estados miembros la posibilidad de prescribir no sólo rutas, sino también modos de transporte para usar en el caso de transportar mercancías peligrosas.

El transporte de este tipo de carga por ferrocarril y/o vías fluviales requiere su trasvase en estaciones que están muy a manudo localizadas en el centro de las ciudades, donde la densidad de población es generalmente la más alta. Las estadísticas, según la IRU, demuestran que el 80% de los accidentes con mercancías peligrosas suceden en los puertos y sus alrededores, durante el trasvase de la carga de un modo a otro. Por tanto, con esta Directiva, "la Comisión Europea eleva el riesgo que corren las vidas de los ciudadanos comunitarios".

Libertad de elección

Paul Wauters, presidente del grupo de expertos de la IRU sobre mercancías peligrosas, y consejero delegado de Wauters Tanktransport, ha declarado que "la propuesta de regulación del ADR para el transporte de mercancías peligrosas autoriza dichos transportes en las óptimas condiciones de seguridad, por lo que es crucial que, para cualquier transporte ADR, el consignatario sea libre de elegir el transporte que mejor le convenga. Con estas medidas dictadas por la UE, el Sector verá inevitablemente cómo se produce una deslocalización de la industria química fuera de la Unión Europea".

La IRU se opone, al mismo tiempo, a que el modo de transporte a utilizar sea impuesto por encima de los negocios. Esto lo haría anticompetitivo y cuestionable según la ley europea, además de que esta directiva penaliza dramáticamente a toda la industria de materiales químicos, su competitividad en particular, y la de los operadores de este segmento por consiguiente.