El aumento desmesurado de empresarios que trabajan con vehículos de MMA menor de 3,5 tn y el que no están obligados al uso del tacógrafo, ni limitador de velocidad, hace que los mismos acaben trabajando en unas condiciones muy precarias
Desde Fegatramer, creen que estos tres requisitos básicos, siendo mejorables, (sobre todo en el procedimiento y constatación de los mismos) y adaptables a la realidad de hoy en día, pues provienen de la LOTT de 1987, son entendibles, porque se trata de que para ser empresario de transportes, se exija, tener una formación mínima en la materia y el título correspondiente, que en principio, y por lo menos ante el papel, se constate que el candidato es una persona honesta y legal y con unos recursos mínimos para comenzar la actividad que garanticen la viabilidad del proyecto, aceptando la necesidad de mejorar y actualizar dichos requisitos.
En todo caso, estos tres requisitos básicos, se han suprimido para la realización de actividades empresariales de transporte público de mercancías por carretera con vehículos de una MMA menor de 3,5 toneladas, aunque no Fegatramer asegura no saber la razón del legislador para tomar esta decisión, porque esos empresarios deberían necesitar también, conocer su profesión, tener solvencia económica y ser honorables, y además, porque ello, unido al aumento desmesurado de este tipo de empresarios y a que no están obligados al uso del tacógrafo, ni limitador de velocidad, hace que los mismos acaben por las circunstancias trabajando en unas condiciones muy precarias en todos los sentidos.
En cuanto al requisito específico que además hay que cumplir para acceder a la actividad de empresario de transporte público pesado de mercancías, (transporte en vehículos pesados), de disponer de un mínimo de tres vehículos, la Federación Gallega de Transportes, Fegatramer, considera que antes de opinar, hay que analizar la estructura del Sector en España, las características de las empresas de transporte y de su mercado de actividad, hecho esto, solo cabe decir, que la posible supresión del requisito de los tres camiones para acceder al sector sería devastador para el mismo.
En España, según Fegatramer, no se dan las condiciones para que esto suceda, entre otras cosas porque la estructura empresarial de las empresas de transporte público pesado de mercancías por carretera a junio de 2016 aún sigue siendo muy pequeña, de las 60.973 empresas unas 31.000 tienen un vehículo solo, siendo la media de 3,63 vehículos por empresa. En Galicia con 4.412 empresas de transporte publico pesado, unas 2.200 tienen un solo vehículo y de media 3,44 vehículos autorizados por empresa, situación ésta, que viene limitando la capacidad de actividad de estas empresas en un mercado tan competitivo, exigente y ya globalizado como es el transporte pesado de mercancías por carretera nacional e internacional, su acceso a las nuevas tecnologías, su acceso a la financiación e inversión, su competitividad, etc., lo que ha llevado a que gran parte de este tejido empresarial esté totalmente supeditado a las decisiones y condiciones de las cargadoras y de los grandes operadores, muchos de ellos extranjeros. Además, en el Sector aún perviven presiones fiscales distintas, algo que no sucede en otros países, que complica más la situación.
No todos los sectores funcionan igual
Pero, pese a lo expuesto, y como hace tiempo parte de la Administración viene apostando por la liberalización en diversos sectores, también se trata de meter en el saco al transporte público de mercancías por carretera, cuando no todos los sectores son iguales, ni las recetas deben ser las mismas, y además una cuestión es liberalizar, y otra cosa bien distinta es desregularizar, es decir, hacer desparecer unos requisitos mínimos que aseguren la profesionalidad y viabilidad financiera a las empresas y al propio sector, con lo que lo condenaríamos a muerte y a caer en manos de cargadores y grandes intermediarios, aún más de lo que están, a
muchos autónomos y pymes que luchan por sobrevivir, pero al mismo tiempo por mantener su autonomía y libertad empresarial y la del propio mercado de transporte de mercancías en España, lo cual, sin duda es algo beneficioso para todos, porque a corto plazo los consumidores podrían verse favorecidos por la entrada de grandes intermediarios de transporte que empiezan ya a dominar el sector en nuestro país, pero a medio y largo plazo, lo acabarían pagando como casi siempre, junto con los porteadores efectivos, es decir los transportistas con camiones.
‘’Por lo tanto, debemos
aspirar a que la Administración y por ende la normativa garantice el libre mercado y la competencia, pero al mismo tiempo, la igualdad de oportunidades y la posibilidad de existir y de coexistir dignamente, en el mercado del transporte público de mercancías por carretera de nuestro país los empresarios autónomos y a las pymes, junto a las grandes empresas, a los operadores y a los cargadores’’, concluyen desde Fegatramer.