En anteriores declaraciones la Comisión ya había dejado entender su deseo de establecer un nuevo sistema por el que todos los costes causados por el transporte fueran pagados por el usuario. En la reglamentación existente, el peaje para el transporte de mercancías puede cubrir únicamente los costes de uso de la infraestructura.
La UETR comprende el principio según el cual "quien contamina, paga" y entiende un peaje en el que, por ejemplo, el rango dependa de las emisiones del vehículo. Por el contrario, no está de acuerdo con el hecho de que ninguno de los costes externos hayan sido aún pagados por el usuario. De hecho, las empresas ya soportan los costes ligados a tener sus vehículos permanentemente en atascos. Por ello, es evidente que para los transportistas europeos estos costes suplementarios deberían y, en consecuencia, tendrán que ser repercutidos a los contratantes del transporte. Por otra parte, la Comisión deja completamente al margen el hecho de que todas las estadísticas sobre circulación demuestran que incluso en los casos de atascos, al menos el 80% de los vehículos no son camiones.
Cambio modal
Es además una causa permanente de exasperación de los transportistas europeos que la navegación interior, los ferrocarriles y la navegación interior sean considerados como modos no causante de ninguna emisión, teniendo en cuenta que la Comisión no contempla para ellos ningún tipo de internalización. A pesar del cambio de la terminología –la estrategia 'cambio modal' ha sido reemplazada por la co-modalidad– de nuevo es sólo el transporte de mercancías por carretera el que corre el riego de asumir la factura.
La UETR subraya que el sector del transporte de mercancías por carretera es el primero que busca evitar los momentos de congestión. Los horarios restringidos sobre la apertura de los centros de carga y descarga, la reglamentación severa en materia de tiempos de conducción y descanso y otras medidas restrictivas complican aún más la actividad a los transportistas. La UETR continua demandando inversiones que aumenten la capacidad de las infraestructuras puesto que es el único escenario realista en el que el crecimiento esperado del transporte de mercancías y viajeros de aquí a 20 años puede ayudar a una disminución de la congestión. De este modo, la UETR solicita que los ingresos obtenidos de los peajes continúen revirtiendo íntegramente en las infraestructuras de carreteras. Este es el punto de partida de la UETR para cualquier discusión ulterior de esta propuesta de la Comisión al Consejo y al Parlamento europeo.
