Renfe Mercancías espera lograr que su actividad sea rentable a corto plazo. Así quedó de manifiesto ayer, en la presentación de su
Plan de Gestión 2017-2019, elaborado como consecuencia del deterioro patrimonial de la compañía, que se viene produciendo desde hace varios años, y para tratar de paliar su déficit estructural.
“No hay motivo para no pensar que Renfe Mercancías tiene futuro”, apuntó el director general de la división
, Abelardo Carrillo, y “por eso, precisamente, hemos desarrollado este plan”.
Tres son los objetivos primordiales del Plan: poner fin a las pérdidas, sanear la sociedad para una futura competitividad, y consolidar la rentabilidad en el futuro. “Y eso lo vamos a hacer reduciendo los activos y los recursos, vendiendo las activos infrautilizados y las participaciones en algunas sociedades que ya no consideramos estratégicas”, con en Transfesa y Semat.
A esto se sumará una “clara orientación comercial hacia el cliente, con fórmulas más activas, con calidad y con una relación más estrella”, apuntó el director general, considerando que “tenemos que elevar la eficiencia”. 66 locomotoras y 1.500 vagones están siendo valorados para su venta, o cesión a la compañía del grupo que alquila el material rodante.
“No hay motivo para no pensar que Renfe Mercancías tiene futuro”, apuntó Abelardo Carrillo
La plantilla
Asunto siempre polémico es el de la plantilla. Carrillo confirmó que de 1.312 trabajadores se pasará, antes de final de año, a 996, “siempre con el mayor consenso y de manera no traumática, pues los afectados pueden elegir entre la desvinculación o la reubicación en otras empresas del Grupo. De las 316 bajas previstas para este año, ya tenemos pactadas 249”.
En el apartado comercial, se está revisando la cartera y analizando cada cliente, así como la estrategia a seguir en cada mercado. También espera Carrillo “potenciar la internacionalización”, en principio hacia los países vecinos, y “que la intermodalidad se base en la cooperación. Queremos ganar cuota, pero no a costa de esos otros modos, sino mediante la colaboración”. Para la mejora de la eficiencia en los procesos reconoció esencial “la digitalización”.
En resumen, este “plan integral”, como lo definió, espera para 2017 “un equilibrio en las cuentas”, después de unas pérdidas de 48 millones en 2016, “mediante los ingresos extras del proceso de saneamiento”. Así, para 2018 se pretende “un equilibrio operativo entre ingresos y gastos”, para terminar de consolidar la rentabilidad a partir de 2019. “No será fácil, y pero es imprescindible para el Grupo”.
La sanción impuesta por la CNMC, de 65 millones de euros, fue de nuevo calificada por el director general como “desproporcionada e ineficaz”, recalcando “la confianza que tenemos en el recurso” (aún sin presentar). “En todo caso, las cantidades están provisionadas en las cuentas del año pasado, y no influyen para nada en el Plan de Gestión que estamos presentando”. Su previsión es facturar unos 218 millones de euros este ejercicio, e incrementar dicha cantidad en un 4-5% cada uno de los dos años siguientes.
Finalizó Carrillo afirmando con rotundidad que “Renfe Mercancías no está en quiebra, y este plan es para que nunca lo esté”, después de que su estructura definitiva sea un 20-30% menor que la actual.
