La apuesta se enmarca en el cumplimiento de los objetivos que marca el Plan de Movilidad Urbana (PMU) desde 2013 hasta 2018, de fomentar los desplazamientos a pie, en bici y en transporte público. Para llegar a cumplir la legislación en materia de contaminación atmosférica hay que reducir en un 21% los desplazamientos en vehículo privado.
Actualmente en Barcelona hay 16 líneas de autobuses en funcionamiento, donde registran unas 322.000 validaciones diarias y concentran el 44% de la demanda de los autobuses de Barcelona.
La nueva red ofrece a los usuarios: Más frecuencia de paso, de 5-8 minutos los días laborables de 7 a 21 horas, menos tiempo de espera y de viaje, más regularidad y fiabilidad del servicio, más facilidad de uso, mejora de la información estática y dinámica a los pasajeros, tanto en las paradas como a los vehículos y más conectividad y mejor cobertura del territorio.
Recorridos
El gobierno municipal inaugurará el 13 de noviembre las cuatros nuevas líneas: una de diagonal y tres de verticales.
D40, entre Plaza de España y la Vía Favència; V5, entre Virgen de Puerto y Pedralbes; V29, Foro – Roquetes y la V31, entre Mar Bella y Trinitat Vella
Se prevé que Las 20 líneas que estarán en marcha, transporten 350.000 viajeros los días laborables, cerca del 48% del pasaje de la red de autobuses.
La implantación de esta fase también conllevará variaciones de la red de autobuses actual. Se modificará el recorrido de las siguientes líneas de la nueva red: H6, H14 y H16, al tiempo habrá cambios de itinerario en las siguientes líneas convencionales: 27, 42, 68, 91 y 109. El día de la implantación de esta fase también dejarán de circular siete líneas que se superponen a líneas nuevas o existentes.
