El acto ha consistido en una concentración de los chalecos amarillos del transporte discrecional, sobre la línea roja que marca el perímetro de Madrid Central entre la calle Atocha y la ronda de Valencia
En relación con lo anterior, Madrid Central ha sido la mecha que ha precipitado la revuelta del transporte discrecional cuyo nuevo acto de protesta, ha servido para presentar formalmente la asociación Autocares Independientes Discrecionales de Madrid, que pretende cubrir el vacío existente y unir a todos aquellos que pretendan comprometerse en la dignificación del sector desde la defensa firme y la capacidad de movilización para denunciar las injusticias y agravios que sufre el sector. Respecto al nuevo acto de protesta, que ha tenido hoy lugar en la plaza de Carlos V, ha pretendido denunciar las nuevas líneas rojas impuestas por Madrid Central al transporte discrecional concentrando a los trabajadores y responsables de las empresas que forman parte de la nueva organización empresarial.
El acto ha consistido en una concentración de los chalecos amarillos del transporte discrecional, sobre la línea roja que marca el perímetro de Madrid Central entre la calle Atocha y la ronda de Valencia, cargados con las piezas destrozadas de los autocares a los que se pretende prohibir que realicen su trabajo en el Distrito Centro de Madrid. En este sentido, el sector del Transporte discrecional cree necesario denunciar que resulta inconcebible que un plan puesto en marcha para luchar contra la contaminación atmosférica, impida la actividad del transporte terrestre más ecológico.
En efecto, si se tiene en cuenta las 50 plazas de pasajeros transportados por los autocares, que generan 123 mg/km de NOX (óxido nitroso) frente a los 28/30 mg/km que generan los taxis, turismos y VTCs, resulta que el ratio de emisiones de NOX por pasajero es de 2,46 mg/km en los autocares, frente a los 7,5 mg/km de los turismos, taxis, etc., o lo que es lo mismo, sus emisiones contaminantes se reducen a una tercera parte. En el comparativo entre los autocares del transporte discrecional y de la EMT, solo un 13,74% de la flota privada está pendiente de su reconversión ambiental, frente al 17,11% de la flota de la EMT.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, resulta absurdo que siendo que Madrid Central está diseñado para restringir el tráfico que pretende atravesar Madrid de este a oeste por la Gran Vía con el objetivo de reducir al máximo la contaminación atmosférica, se pretenda limitar la presencia de transporte discrecional en el Distrito Centro a la posibilidad de atravesar Madrid, pero sin poder realizar labores de carga y descarga de pasajeros y equipajes, Por todo esto, el colectivo Autocares Independientes Discrecionales de Madrid reclama la activación de un proceso negociador eficaz que termine con las líneas rojas que torpedean la actividad, precisamente de las flotas y los vehículos más sostenibles que existen para facilitar la movilidad de los ciudadanos..
Autocares Independientes Discrecionales de Madrid demanda que se habiliten las paradas de la EMT de Madrid para carga y descarga de pasajeros en el centro de Madrid, se construyan dársenas en Gran Vía para este fin, se habiliten aparcamientos de espera en las zonas monumentales y continúe el sistema de APR como ha estado funcionando hasta hace unos meses. Además, el transporte discrecional reclama al Ayuntamiento de Madrid la máxima transparencia y objetividad en la tramitación de las autorizaciones especiales para el acceso del transporte discrecional al Distrito Centro frente a la arbitrariedad permanente de la tramitación burocrática de estos permisos o las decisiones de los agentes de movilidad.
Carril Bus
Por otro lado, la nueva asociación reclama que se autorice el uso del carril bus para garantizar la continuidad y la calidad de los servicios que vienen desarrollando en estos momentos las empresas de transporte discrecional. Cabe destacar, además, que el diseño de Madrid Central una vez más pone de manifiesto su falta de humanidad y sensibilidad con los colectivos sociales que demandan mayor protección ya que pretende suprimir las visitas escolares, las excursiones de la tercera edad, o de los clubs deportivos, limitando la movilidad de todos aquellos colectivos que organizan sus visitas a la capital de España.
