El pago de las cuotas de autónomos son un problema inminente. El Estado cobró las correspondientes al mes de marzo, aunque parece que podría llegar a devolverlas, ante lo que Villaescusa afirma que “no tenemos certezas. Y son muy importantes para los que tienen recursos limitados. Coincidimos en que las cantidades de las cuotas no serán, en la mayoría de los casos, definitivas a la hora de que una empresa tenga que cerrar, pero sí que sería un refuerzo muy necesario desde el punto de vista psicológico para los autónomos y pymes el saber que la Administración está pendiente de ellos”.
Entre las distintas Administraciones y las grandes empresas, se adeudan al Sector 130.000 millones de euros
El presidente recuerda que la crisis de 2008 fue un precedente para un asunto “que ahora volvemos a sufrir: el de los impagos. Entonces, promovimos un paro que generó en algo fundamental como es la acción directa. En un Sector como el nuestro, que tiene cadenas de suministro con muchos eslabones, es fundamental que podamos cobrar el impagado al dueño de la carga, ahora que es posible que muchas empresas se queden por el camino y no podamos reclamar”, añadiendo que “en caso de que se produzcan esos impagados, tendremos que hacer valer nuestros derechos legales para recurrir a la acción directa”.
Situación inexplicable
En ese sentido, Villaescusa alza la voz para denunciar una situación “inexplicable. Una cosa son los impagados y otra la morosidad. La Administración tiene que ser capaz de cumplir y hacer cumplir la Ley de Morosidad. Cobrando las deudas, se eliminarían los problemas de liquidez de las empresas. Sabemos que las distintas Administraciones, estatales, autonómicas o locales, adeudan 8.000 millones de euros al Sector, a los que se suman otros 122.000 millones de las grandes empresas. No tiene sentido que algunos se ven obligados a pedir créditos para solucionar sus problemas de liquidez cuando se les adeudan cantidades tan importantes. Solo pedimos que se nos pague lo que es nuestro”.
Los retornos en vacío también preocupan a Fenadismer, porque “esos kilómetros en vacío están aumentando. Esa situación se produce por el desequilibrio de poder entre los transportistas y los cargadores, que deberían entender que a ellos también les interesa que el transporte no pare. Son muchos los transportistas que van a tener que dejar de salir a la carretera porque, si el precio de la ida no cubre parte de ese retorno en vacío, no les va a compensar. Es lógico. Hay que entablar una negociación, porque el precio debería incluir la realidad actual”.
Para finalizar, Villaescusa menciona que “además del constante suministro de materiales de protección para los profesionales del transporte, es imprescindible que los cargadores dejen de obligar a los conductores a realizar las tareas de carga y descarga”.
