‘Tenemos que impulsar el uso del transporte público’

Durante la presentación del evento, organizado por Executive Forum, Berta Barrero, directora de la Unidad de Transportes de Indra, afirmó que nos enfrentamos a “un nuevo escenario con muchos retos“, que deberíamos afrontar desde la ecología, la gestión inteligente, la inversión y un sistema colaborativo.

Por su parte, Luis Buil, responsable global de Smart Mobility de Iberdrola, adelantó que su compañía tiene previsto invertir 150 millones de euros en los próximos cinco años para ampliar la red de puntos de recarga eléctrica, dado que “la movilidad eléctrica puede ser una palanca de reactivación. El vehículo eléctrico reduce las emisiones de CO2 e impulsa el empleo, tanto a nivel local como por la creación de un tejido empresarial”, añadiendo que “somos una potencia en autonomía, proveedores de energía, infraestructuras y tecnología, lo que se ve reforzado por la buena colaboración público-privada”.

El delegado madrileño, Borja Carabante, inició su intervención apuntando que “la movilidad siempre ha sido un reto, pero ahora mucho más. Una ciudad como Madrid, que ya tenía enormes necesidades de movilidad, ahora tiene que añadir el componente sanitario”, recordando que la ciudad tiene 3,2 millones de habitantes, recibe 12 millones de turistas al año y efectúa unos 10 millones de desplazamientos diarios en todos sus modos.

'No existe mayor riesgo que en otros espacios cerrados, y entre todos tenemos que fomentar su uso'

Analizando lo que ha sucedido en las últimas semanas, Carabante mencionó “la reducción de la movilidad por causa de las restricciones sanitarias; la desaparición de la hora punta; y un deslizamiento de usuarios del transporte público al coche privado”. Antes de la crisis, el transporte público suponía el 35% de los desplazamientos, mismo porcentaje que el coche privado, mientras que ahora el reparto es 22-44%. Esto se ha debido “a la percepción de riesgo que tiene la población y a la reducción de los tiempos de desplazamiento, dada la ausencia de tráfico y la eliminación del pago por aparcar en el centro”.

Pasos a dar

Y en cuanto a las previsiones, “muy difíciles de afrontar”, el delegado de Movilidad espera que “dado el descenso de la actividad empresarial y laboral, los 10 millones de viajes diarios podrían quedarse en ocho. Seguiremos viendo un mayor uso del coche privado, pero creo que no más allá del 10-12%, y habrá una menor ocupación en esos coches, pues ya no será tan habitual el compartir”, calificando este hecho como una posible “tormenta perfecta”. Como dato, aportó que Madrid tiene una tasa de ocupación de 1,34 personas/vehículo, por las 1,7 de Barcelona, por lo que existe margen de mejora.

Haciendo referencia a los 45 km de carriles bus que acaba de poner en marcha el Ayuntamiento de la ciudad, el delegado reclamó “que se habiliten de inmediato, aunque sea de forma temporal, carriles Bus-VAO (el de la A-5 se activará cuando se soterre esta vía)”, aunque hizo hincapié que el trasvase modal se podría producir a la micromovilidad, pues “el 87% de los desplazamientos en la ciudad están por debajo de los 5 km”. Carabante también espera que se mantenga la hora punta más plana, como sucede ahora, y que el usuario tenga en cuenta, a la hora de coger el transporte público, también el componente sanitario, además del factor tiempo y economía.

Acerca de la pregunta sobre qué se puede hacer a partir de ahora, el delegado destacó algunos puntos, enmarcados tanto en Madrid 360 como en un Plan de Movilidad Urbana “saludable, sostenible y seguro” que está en tramitación.

"El transporte público debe ser el eje sobre el que pivote la movilidad“, aseguró Carabante, y para ello es importante "incrementar la capacidad y el número de plazas en función de las nuevas demandas. Si los vehículos solo pueden ir al 50%, es inviable duplicar la flota, por lo que tenemos que encontrar otras soluciones. Incrementando la velocidad comercial, gracias a esos 45 km recién abiertos, podemos ganar hasta 32.000 plazas“, afirmando con rotundidad que „viajar en transporte público es seguro“.

Es preciso que las Administraciones, los operadores y los usuarios colaboren para paliar la caída de ingresos "generando un fondo de financiación. Solo en la EMT, el déficit por la pérdida de ingresos provocada por la escasez de movilidad rondará los 150 millones“.

También apostó por la integración y la intermodalidad, la micromovilidad, la sostenibilidad y "la distribución urbana de mercancías, un asunto muy relevante que supone entre el 15 y el 20% del tráfico urbano y algo menos del 15% de las emisiones“. Es necesario, pues, que "tengamos más información acerca de los 9.000 puntos de carga y descarga que hay en la ciudad, si se utilizan bien o están en la ubicación adecuada. El auge del comercio electrónico es evidente y eso lo tenemos que afrontar, conociendo los datos, analizándolos y generando conocimiento que nos permita tomar decisiones: carga y descarga inteligente“.

A pregunta de NEXOBUS.com, Carabante reconoció que "la percepción sobre la seguridad del transporte público“ no es la mejor, razón por la que „solicitamos hace mucho la obligatoriedad del uso de las mascarillas. Además, estamos llevando a cabo labores extra de desinfección, eliminando el pago en efectivo, lanzando una campaña en redes sociales en favor del uso del transporte público... No existe mayor riesgo que en otros espacios cerrados, y entre todos tenemos que fomentar su uso“.