Las ventas de vehículos de ocasión suavizan su caída en mayo, registrando un descenso del 64,9%, hasta situarse en las 68.119 unidades, según datos de Ideauto para la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM). En lo que llevamos de año, este mercado acumula un descenso del 32,3%, con un total de 614.239 unidades.
Los datos de la patronal de la distribución evidencian que, frente a la caída de más del 72% registrada en las matriculaciones durante el pasado mes, el mercado de ocasión se recupera del shock del confinamiento a un ritmo ligeramente mayor. Y es que el usado se está convirtiendo en el refugio de las familias que buscan un segundo vehículo a precio asequible ante la desconfianza de recurrir al sharing o al transporte público como solución de movilidad. Así por cada nuevo se vendieron 1,9 usados en mayo.
El hecho de que el precio es un factor determinante en la compra en estos momentos
De hecho, desde el día 24 de mayo, fecha en la que Madrid y Barcelona -que concentran más del 25% de las ventas- pasaron a la Fase 1 marcando la posibilidad de moverse por toda la provincia, las operaciones con usados se multiplicaron por cinco. Esta circunstancia recortó la caída desde un 78% en la primera semana de mes a un 14% en la última, si se compara con el mismo periodo del año anterior.
El hecho de que el precio es un factor determinante en la compra en estos momentos de incertidumbre queda de manifiesto en que los vehículos más vendidos durante el pasado mes de mayo fueron los de más de 15 años, que prácticamente pueden pagarse al contado; seguidos de los vehículos de ocasión de menos de un año, que se están poniendo a la venta a precios muy competitivos por la necesidad que tienen los distribuidores de dar salida rápida al stock acumulado durante el parón derivado del estado de alarma.
15 años de registro
De hecho, los de más de 15 años registraron la menor cifra de caída en mayo (-59%), llevándose casi 4 de cada diez ventas; a poca distancia de los de menos de un año, que bajaron un 60%, representado 1 de cada 10 operaciones. En el acumulado, los más antiguos retroceden un 32%; mientras que los kilómetro cero solo caen un 17%.