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Fainsa presenta en la FIAA su nuevo cinturón universal de tres puntos para todo tipo de viajeros

Disponible en la butaca Gala, se ajusta automáticamente y sirve para usuarios a partir de tres años

miércoles 08 de octubre de 2008, 01:00h

Fainsa, compañía española que fabrica asientos para vehículos de transporte público, presenta como principal novedad en la FIAA, que abre sus puertas el próximo martes, un cinturón de seguridad de tres puntos regulable en altura, lo que le hace apto para ser utilizado tanto por niños como por adultos.

Este cinturón universal ya ha sido incorporado por el fabricante catalán en su gama de producto Gala. Esta butaca, que vio la luz en la pasada edición de la feria madrileña, ha sido reconocida por los clientes, sobre todo por su comodidad y por la economía de explotación que aporta a los empresarios, indican desde Fainsa.

La reclinación inteligente, que hace que el respaldo vuelva a su posición en caso de que la plaza quede libre, y la separación entre plazas, así como los apoyabrazos giratorios y el central con un ancho mayor, son sus principales características.

Volviendo al cinturón universal, su desarrollo ha sido posible gracias a la colaboración que mantiene Fainsa con Fitsa, la Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad del Automóvil, y después de un exhaustivo proceso de ensayos y pruebas, realizado con plataformas dinámicas y dummies de última generación.

Test exhaustivo

Dichas pruebas se llevaron a cabo simulando siniestros en los que se vieran afectados individuos de todas las tallas, a paartir de tres años, y los resultados fueron tan satisfactorios, según apuntan desde la propia conmpañía, que ha sido testado como equivalente a los sistemas de retención infantil utilizados en turismos, sobre los que recae una normativa mucho más estricta que la que atañe a los autocares.

Por eso, es especialmente indicado para su montaje en vehículos destinados al transporte escolar, ya que permite eliminar la incorporación de otros sistemas de protección infantil, como alzas o sillitas, que complican el espacio disponible y la gestión logística.

Fainsa quiere hacer hincapié en la facilidad de funcionamiento de este cinturón en la butaca Gala. El viajero sólo tiene que abrocharlo, dado que el resto de las funciones se hace de modo automático, ajustándose a la posición idónea de cada persona. Como complemento, existen a disposición del cliente sensores de presencia y uso del cinturón, que se activan o desactivan mediante sensores luminosos.