La investigación pionera llevada a cabo por la Universidad de Girona, concretamente por el catedrático Félix Carrasco, deja claro que este tipo de algas podría ser sustitutivo de la sílice amorfa y es por lo que no sólo se ha demostrado que puede ser posible, sino que la empresa italiana Pirelli, que ha sido la promotora de esta investigación, se ha adjudicado la patente, pero todavía no lo va a comerciar.
Lo más importante para poder vender bien estos 'bioneumáticos' es convencer al cliente de la fiabilidad que tienen respecto a los de siempre. La investigación llevada a cabo por el Catedrático de Ingeniería Química con su equipo en los laboratorios de Trellborg Wheell Systems de Tívoli (Italia), ha probado estos neumáticos, de manera que se ha visto su robustez, densidad, dureza, resistencia al rasgado, atracción, viscosidad al calentamiento, etc... donde mentienen sus propiedades según marcan las normativas vigentes.