El autocar, uno de los vehículos que mejor garantiza la seguridad de los pasajeros, está siendo atacado por un informe que peca de falta de información, ya que se utiliza para una frase de carácter general -"Los autocares y los camiones son los vehículos que presentaron una mayor frecuencia siniestral en R.C. a junio de 2007"- un dato que no la sostiene. El titular de por sí contiene siglas y términos que invitan a la confusión.
El informe ofrece números recopilados en una investigación que analizó la siniestralidad automovilística en los segundos semestres de los años 2006 y 2007. Ello pese a que no todas las entidades han podido ofrecer información en ambos semestres, además de que el número de entidades ha variado de un semestre al otro. Pues bien, el dato concreto utilizado para realizar un juicio general ha sido tomado del semestre del pasado año, específicamente del apartado de Responsabilidad Civil en daños materiales, la que superó el 100%, aunque luego no lo alcance en el 2007. Sin embargo, echando un vistazo al apartado de ocupantes (0.16%) e incendios (0.00%) es posible ver que las cifras no son tan fatales como las pintan, ya que los totales de ambos semestres apenas superan el 10%.
Otras categorías
En lo que a otras categorías se refiere, el daño al ocupante suele ser menor que el que se produce en otro tipo de vehículos. En la relación del coste medio del siniestro, el autobús se queda en la cifra de 558,93, mientras que el total de los transportes para el mismo semestre de el 2007 alcanza los 1.750,65. En cuanto a la proporción de siniestralidad técnica, el ratio de los ocupantes del autobús se sitúa en un 18.31%, frente al 21.21% de la media de los vehículos. Las cifras de la distribución del numero de siniestros ocurridos es menor: un 0.01%, lo que habla de los altos índices de seguridad de los que goza el viajero, que contrastan con el escalofriante 83% sufrido por los usuarios de turismos en el segundo semestre del 2006. En lo que se refiere a la distribución de costes del siniestro, la cifra es del 0,0%.
Lo grave de este caso es que la desinformación puede desembocar en una desconfianza social hacia el medio de transporte "imputado", debido a la manera en que son transmitidas las cifras, en las cuales se suele confiar a ciegas. Si bien el asunto no deja de ser relativo, si se examina el informe con cuidado se puede afirmar que el autobús ha logrado mantener su sitio dentro del ranking de los transportes con mas finales felices de nuestro país.