El estudio realizado por El Periódico, en base a tres situaciones habituales con las que se encuentra una familia de cuatro miembros, revela que en todos los casos sale más cara la factura del metro y de bus. La primera situación real es la más tópica y frecuente: llevar a los niños al colegio por la mañana y recogerlos a la salida. Si se hace en un vehículo privado, el gasto medio de gasolina y el de aparcar en la zona azul suma alrededor de 4,20 euros al día. En transporte público, la operación supone ocho viajes y sus correspondientes validaciones de la tarjeta integrada multipersonal que se escoja. La más usada en Barcelona es la T-10 que, aplicada a este caso, suma un coste de 5,76 euros diarios (28,8 a la semana y 144 euros al mes).
A pesar de que para hacer más asequible el uso del transporte en este tipo de situaciones, la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) ofrece la denominada T-Familiar, que permite 70 viajes en 30 días, sin límite de usuarios, por 43,80 euros, la aplicación de este abono al caso comentado también supone un coste más alto (5,04 euros por día) que en coche. En la segunda situación real, una tarde de actividades y ocio en la que uno de los progenitores va junto a un hijo a buscar al segundo a la salida de una actividad deportiva. Luego se trasladan al centro de trabajo del cuarto miembro, se van a cenar y vuelven a casa. La factura del coche asciende a 5,50 euros, mientras que con la T-10 (nueve viajes) se va hasta a los 6,48, y con la T-Familiar, a 5,67.
Por último, la tercera situación que expone este medio es la de un fin de semana o día festivo en el que la familia se desplaza a la playa y luego va a un centro comercial y al cine. Aplicando los mismos baremos que en los anteriores casos (con la excepción de que el párking en el centro comercial suele ser gratuito las primeras horas), moverse en coche cuesta 7,19 euros. Con la T-10 (sería necesario comprar dos, ya que se hacen 12 viajes), el precio es de 8,64 euros, y con la T-Familiar se queda en 7,56 euros.
Negativa de la Generalitat
Ya en el pleno del pasado 22 de diciembre, bajo la iniciativa del grupo municipal de CiU y con el apoyo unánime de todos los grupos municipales, el Ayuntamiento pidió a la Generalitat activar los mecanismos necesarios para llevar a cabo la ampliación de la franja de edad exenta de pago. Pero dicha extensión no le sale rentable a la Generalitat. La Autoritat del Transport Metropolità (ATM) apela al "alto coste" de la medida para justificar su rechazo a hacerla efectiva. El propio Consell de Treball, Econòmic i Social de Catalunya (CTESC), se unió anteayer públicamente a la demanda política y ciudadana para extender el límite de edad. El organismo asesor de la Generalitat incluyó la propuesta en su dictamen sobre el plan director de movilidad de la Región Metropolitana de Barcelona y reclamó su implantación "a medio plazo".
