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El transporte español se enfrenta a una nueva oleada de peajes unilaterales en distintos países europeos

Alemania y Francia estudian la posibilidad de implantar impuestos que afecten solo a los extranjeros

jueves 24 de abril de 2014, 02:00h

El pago por uso de infraestructuras es una corriente que se va extendiendo cada vez más por toda Europa. A pesar de que las autoridades españolas han manifestado su oposición a esta medida, los profesionales pueden verse afectados de todos modos, ya que Alemania y Francia trabajan en medidas de este tipo.

Foto: Nexotrans.
Foto: Nexotrans.

Dos de los países más importantes de la UE han decidido emprender el mismo camino, siempre a expensas de que las autoridades comunitarias permitan estas normas, en principio discriminatorias puesto que solo se aplicarían a los extranjeros en cada región.

En el caso francés, la recién nombrada ministra de Ecología, Segolene Royal, no parece preocupada por enfrentarse a Bruselas y ha declarado abiertamente que está buscando una fórmula legal. A pesar de que desde el Departamento del estonio Siim Kallas, comisario europeo de Transportes, han advertido de la driscriminación que supone gravar a los extranjeros y exonerar a los locales, Royal afirma que lo que pretende es "restablecer una competencia justa" con los transportistas galos, añadiendo que "cuando un camión extranjero reposta en Bélgica, atraviesa toda Francia, usa las carreteras pagadas por el contribuyente francés y luego vuelve a repostar en España (...) no paga tasas sobre la gasolina, ni el peaje de autopista", añadió.

En una entrevista concedida a la cadena de televisión ‘France 2’, Royal explicó que una opción es obligar a los camiones extranjeros a circular por las autopistas de peaje, aunque haya una carretera paralela gratuita, o implantar una viñeta a semejanza de la que rige en Suiza. En el horizonte se encuentra la ecotasa, paralizada desde hace meses pero sin que se haya rechazado definitivamente.

Alemania

El caso alemán también va tomando forma, aunque registra oposición interna incluso desde las filas de la propia coalición en el Gobierno. El ministro de Transporte, Alexander Dobrindt, también se alinea con su colega francesa en la creación de un peaje en las autopistas alemanas solo para los extranjeros, aunque voces de su propio partido no estén tan convencidas, dudando de que la Comisión Europea lo autorice. Es la opinión, por ejemplo, del primer ministro de Schleswig Holstein, el socialdemócrata Torsten Albig, que entiende que es casi imposible un peaje solo para extranjeros y duda de que su recaudación fuera suficiente para cubrir las necesidades presupuestarias. 

El peaje para extranjeros es una de las principales iniciativas de la Unión Socialcristiana (CSU), a la que pertenece Dobrindt y alineada muy cerca de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller alemana, Angela Merkel. Por su parte, el comisario europeo Günther Oettinger, que pertenece a la CDU, cree que sería más factible la creación de un peaje a nivel europeo, aunque tal propuesta contaría, a buen seguro, con un rechazo general de todos los profesionales y de muchos países periféricos.