La grave crisis por la que está pasando el sector, causados principalmente por el aumento del precio de los carburantes y la negativa de la administración regular el sector, así como el constante desequilibrio en las relaciones mercantiles con las compañías aseguradoras y auto clubs han desencadenado esta reacción de los empresarios de asistencia.
Las compañías de asistencia, aseguradoras y autoclubs se han negado a adaptar sus tarifas a los precios de los carburantes, las empresas de grúas materialmente no pueden realizar los servicios demandados. A la vez las mismas aseguradoras anuncian públicamente beneficios millonarios sin asegurar el servicio a los ciudadanos que suscriben las pólizas.
Todas estas circunstancias han empeorando la viabilidad de nuestras empresas desde hace meses, y más teniendo en cuenta que tras las huelgas de los años 2004 y 2005 no se llevó a cabo una regularización prometida y aprobada formalmente en el Parlamento español por unanimidad.