Durante los tres días y medio de operación coincidirán en carretera los ciudadanos que regresan de sus vacaciones, con aquellos que las comienzan y con los que se desplazan a disfrutar del fin de semana. Por ello, la DGT espera que confluyan desplazamientos de retorno con los de salida, además de los naturales de un fin de semana de verano, así como los habituales por los principales ejes de comunicación, como autopistas y autovías.
Con todo este flujo de vehículos en carretera, la DGT ha establecido una serie de medias de regulación, ordenación y vigilancia del tráfico, con el objetivo de facilitar la movilidad y fluidez de los distintos usuarios de la vía y velar por la seguridad de todos ellos.
Entre estas medidas se preve instalar carriles adicionales y reversibles con conos en los momentos de mayor afluencia circulatoria, restringir la circulación de vehículos pesados en general, paralizar las obras en las carreteras y limitar a la celebración de pruebas deportivas, así como el diseño de itinerarios alternativos.
Más control del tráfico
Asimismo, la DGT ha informado de que aumenta para estos días los controles de alcohol y drogas en cualquier tipo de vía y a cualquier hora, así como la vigilancia del cumplimiento de las normas de circulación a pie de carretera y desde el aire con los 8 radares Pegasus de los que dispone la DGT.
A estas medidas se sumarán alrededor de 10.000 agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, a los que se sumarán miembros de la Guardia Civil de Seguridad Ciudadana, además de 600 funcionarios y personal técnico especializado que atiende en los 7 Centros de Gestión de Tráfico y 13.000 empleados de empresas de conservación y explotación.