En Anfac están convencidos de que mantener en el tiempo los planes de estímulo a la movilidad con vehículos de energías alternativas es una buena apuesta de cara al futuro
La movilidad baja en carbono es un mercado en clara expansión. Por ejemplo, las matriculaciones de vehículos eléctricos en España crecen a un ritmo destacable. Así, en el pasado mes de noviembre, su venta aumentó un 30,6% y, entre enero y noviembre, el incremento fue de nada menos que el 77,8%. Con todo, el volumen de ventas total de vehículos eléctricos en España es bajo: 7.486 unidades de enero a noviembre, lo que supone un 0,55% sobre el total de las ventas.
En Anfac están convencidos de que mantener en el tiempo los planes de estímulo a la movilidad con vehículos de energías alternativas es una buena apuesta de cara al futuro, una medida inteligente y clave si se desea que este tipo de vehículos logre mayor penetración en el mercado. Además, estas ayudas deberían convertirse en estructurales, como ya sucede en otros países de la Unión Europea. Y son precisamente aquellos donde se han adoptado políticas de este tipo los que hoy tienen un mayor parque de vehículos movidos con energías alternativas.
Desde Anfac creen imprescindible la ampliación de los fondos del Plan Movalt destinados a la adquisición de vehículos movidos por electricidad o gas. La transición hacia una movilidad baja en carbono necesita necesariamente de un estímulo e impulso continuados por parte de las administraciones hasta que ésta adquiera un ritmo adecuado. La media en la Unión Europa de turismos movidos por electricidad, gas natural y gas licuado es del 3,2% del parque, claramente superior a la española (0,2%), según los últimos datos disponibles de la Asociación Europea de Constructores de Automóviles (Acea).
Importancia en la industria nacional
Los vehículos movidos por energías alternativas tienen una importante aportación para la industria nacional. Muchos de los modelos que están hoy a la venta se fabrican aquí y, en varios casos, se hacen en exclusiva para todo el mundo.
En las plantas españolas se ensamblan en la actualidad más de una decena de vehículos alimentados por energías alternativas. Así, se producen cuatro modelos diferentes que utilizan sólo la electricidad como energía para mover su motor; además, siete turismos y un vehículo industrial pueden alimentarse por gas, ya sea natural o licuado.