Para los conductores, los volantes de inercia con dos masas se traducen en una mayor comodidad, dado que en el vehículo se sienten menos ruidos y vibraciones. En los turismos y en los vehículos industriales, los volantes de inercia con dos masas están situados entre el motor y la transmisión. Amortiguan, sobre todo en el caso de motores diésel, las oscilaciones del motor y minimizan vibraciones y zumbidos.
Desde que en 1999 arrancara la producción en serie en la sede de ZF en Schweinfurt, cada año son dos millones de volantes de inercia con dos masas los que salen de la planta. "Sobre todo en los turismos, los volantes de inercia con dos masas han mostrado que son un producto exitoso", asegura Peter Ottenbruch, presidente del Consejo de Administración de la ZF Sachs AG. Al comienzo del año 2008 entró adicionalmente en servicio una cuarta cadena de producción continua y, a día de hoy, se planifican otras ampliaciones de capacidades tanto en la sede de Schweinfurt como a nivel mundial.
Menos combustible
Los volantes de inercia con dos masas contribuyen no sólo a la minimización de ruidos y vibraciones, sino también a la reducción del consumo de combustible y de las emisiones. Pues sin este 'freno vibrante' en la línea motriz, una conducción económica a bajas revoluciones solamente sería posible con fuertes pérdidas en términos de comodidad.