Con el fin de asegurar la regulación de esta actividad profesional, muy afectada por altos niveles de subcontratación, UPTA propone la implantación con carácter general de la obligación de contar con un carné profesional para cada empresario individual que asegure ante la empresa contratante que su titular cumple con sus obligaciones fiscales y para con la Seguridad Social, que cuenta con la experiencia y cualificación profesional adecuada y, especialmente, que posee la información y formación necesaria en materia de prevención de riesgos laborales.
El objetivo sería que al menos trescientos mil autónomos pudieran contar con este carné en un periodo máximo de dos años, para ello, además de las medidas de gestión necesarias, sería imprescindible abordar por parte de la Administración Central y de las Comunidades Autónomas un plan ambicioso de formación en materia de prevención de riesgos laborales, hoy prácticamente inexistente.
Alberto Jiménez, responsable del Grupo Sectorial de la Construcción de UPTA España, propondrá que esta medida se incorpore al desarrollo de las previstas en el último plan económico del Gobierno y, de forma particular, que sea una de las propuestas a incluir entre las reformas necesarias para asegurar una libre competencia en el sector de los servicios.