La idea que han presentado los eurodiputados, y que se opone a la propuesta de la Comisión Europea, es que la industria automovilística reduzca en un 60% las emisiones para el año 2012, en un 70% para 2013 y en un 80% para el año siguiente. De esta forma a partir de 2015 todos los coches podrían cumplir el reglamento europeo.
La Comisión Europea considera que las emisiones de CO2 deberían reducirse a 130 gramos por kilómetro para el año 2012, pero la comisión parlamentaria de Industria, salvaguardando la competencia y la producción del sector automovilístico, ha propuesto que la fecha sea 2.020 y que la reducción no sea tan elevada, sino de 95 gramos de CO2 por kilómetro.
Este nuevo proyecto de opinión ha sido adoptado por 35 votos a favor, 21 en contra y dos abstenciones. La diferencia entre los votos positivos y negativos no es muy grande lo que muestra que todavía hay que seguir avanzando en los puntos conflictivos.
A finales de esta semana, la comisión parlamentaria de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria tendrá que votar esta propuesta de reglamento. El Parlamento Europeo la votará en el mes de diciembre.
Greenpeace, por su parte, ya ha respondido y espera que "esta comisión sea más valiente y reaccione contra el cambio climático adoptando medidas a largo plazo". Francisca Achterberg, portavoz de Greenpeace encargada del transporte en Europa ha declarado que "este voto es un compromiso malo ya que sacrifica una acción urgente por medidas a largo plazo y lo que necesitamos son ambas".