La movilidad eléctrica se ha consolidado como un pilar clave en la lucha contra el cambio climático y la reindustrialización verde en España. Así se evidenció durante la jornada “Propuestas para impulsar la transición hacia una movilidad eléctrica cero emisiones”, organizada por Alinnea, el IE Center for Transport Economics and Infrastructure y Transport & Environment (T&E). Expertos del sector público, privado y de la sociedad civil coincidieron en que acelerar la implantación del vehículo eléctrico requiere incentivos más eficaces, una mejor infraestructura de recarga y mayor claridad normativa, además de una estrategia industrial ambiciosa que posicione a España como referente europeo en movilidad sostenible.
La transición hacia una movilidad de cero emisiones ya no es solo un objetivo climático, sino un imperativo industrial y económico. Así lo han puesto de relieve los participantes de la jornada “Propuestas para impulsar la transición hacia una movilidad eléctrica cero emisiones”, organizada por Alinnea, el IE Center for Transport Economics and Infrastructure, y la organización europea Transport & Environment (T&E).
El encuentro, celebrado en la sede del IE University, ha reunido a representantes del sector público, privado y de la sociedad civil, con el fin de desbloquear los obstáculos que frenan la penetración del vehículo eléctrico (VE) en España y proponer soluciones concretas para acelerar su adopción.
Una reindustrialización verde liderada por la automoción
Durante el evento, se han presentado las conclusiones de dos informes clave. Por un lado, el estudio de T&E y Alinnea sobre las cadenas de valor impulsadas por la electrificación, y por otro, el análisis coordinado por Alinnea sobre las medidas prioritarias para fomentar el VE en España.
Ana Belén Sánchez, directora de Alinnea, ha remarcado que “la transición ecológica en el transporte es un reto complejo que requiere la implicación activa de todos los actores”. Desde su visión, la clave está en generar un diálogo constante y constructivo para encontrar soluciones realistas y compartidas.
En esa línea, Isabell Büschel, directora de T&E en España, ha subrayado que “mantener una política industrial ambiciosa coherente con el Pacto Verde Europeo podría convertir a España en un verdadero hub europeo de movilidad eléctrica, atrayendo inversiones, generando 220.000 empleos de calidad y multiplicando por cinco el valor del sector automotriz europeo”.
Más puntos de carga, menos burocracia y vehículos asequibles
Uno de los grandes consensos del evento ha sido la necesidad urgente de mejorar la infraestructura de recarga. María Romera, directora de AEDIVE, ha recordado que “España ya cuenta con más de 47.000 puntos de carga públicos”, pero ha alertado de que la desinformación es el principal escollo para el usuario.
Desde Naturgy, Ibán Chico de la Felicidad ha defendido la importancia de la “recarga vinculada y de oportunidad”, mientras que Hanna Fakir (Fundación Renovables) ha pedido que los puntos de carga vayan de la mano de aparcamientos fotovoltaicos.
Íñigo Bilbao, de la Fundación Mobility Lab, ha apostado por el desarrollo de espacios de experimentación y tecnologías como las baterías de litio de estado sólido, “más seguras y con un 20 % más de vida útil”. Por su parte, Sonsoles Díaz de Aguilar (ICCT) ha remarcado el rápido crecimiento del VE en España, aunque insiste en que se necesita una mayor oferta de modelos asequibles.
En su intervención final, Laura Vélez de Mendizábal (T&E España) ha pedido una visión estratégica a largo plazo que coloque al vehículo eléctrico en el centro de una nueva economía competitiva y resiliente.
El mensaje que deja la jornada es claro: España tiene el potencial para liderar la movilidad eléctrica en Europa, pero para lograrlo necesita incentivos ágiles, una normativa clara, comunicación eficaz y una infraestructura de recarga robusta.