La ciudad alemana de Stuttgart ha alcanzado un hito clave en la electrificación de su transporte público con la puesta en marcha de una infraestructura de recarga para 28 autobuses eléctricos simultáneos en la estación de Stuttgart-Möhringen. El sistema, desarrollado por Daimler Buses Solutions GmbH junto a sus socios Omexom y Power Electronics, ofrece una potencia de hasta 180 kW por punto de carga y ha contado con una inversión pública de 13 millones de euros del estado de Baden-Württemberg.
El acto de inauguración contó con la presencia del ministro de Transporte, Winfried Hermann, representantes de la Stuttgarter Straßenbahnen AG (SSB) y directivos de Daimler Buses, que subrayaron que este proyecto supone la mayor transformación del transporte urbano en la ciudad en casi un siglo. La meta es clara: que en 2027 todas las líneas del centro de Stuttgart estén cubiertas por autobuses eléctricos.
Un cambio de escala: de Stuttgart a España
La infraestructura de Möhringen permitirá sustituir unos 80 autobuses diésel por modelos Mercedes-Benz eCitaro eléctricos y de hidrógeno, algunos con baterías de nueva generación NMC4. El sistema de gestión de carga inteligente optimiza la energía de cada vehículo en función de su nivel de batería, lo que da mayor eficiencia operativa.
El plan se ampliará en Stuttgart-Gaisburg, donde se están construyendo 37 nuevos puntos de recarga que elevarán la capacidad total a 65 autobuses cargando por la noche, con una inversión adicional de 11 millones de euros.
Este tipo de infraestructuras ya empiezan a verse en España, con proyectos de la EMT Madrid o TMB en Barcelona, aunque aún en fases más incipientes. Para expertos del sector, Stuttgart demuestra que el reto ya no es tecnológico, sino de escala y planificación estratégica, combinando financiación pública, colaboración con fabricantes y compromiso político.
Lecciones para el futuro del transporte urbano en España
Mientras Madrid supera el centenar de autobuses eléctricos y Barcelona avanza con una flota mixta de eléctricos de batería e hidrógeno, la capital alemana muestra un camino claro para acelerar la transición hacia flotas 100% libres de emisiones.
“Con este paquete de puntos de carga, autobuses eléctricos y servicios, apoyamos a Stuttgart en el avance de la electrificación del transporte público y nos convertimos en un modelo para otras ciudades”, afirmó Till Oberwörder, CEO de Daimler Buses.
El caso de Stuttgart refuerza la idea de que la movilidad sostenible en las grandes ciudades europeas depende de inversiones coordinadas y soluciones integrales. Para España, donde los fondos europeos ya apoyan la modernización del transporte urbano, este ejemplo puede servir como inspiración para que en los próximos años el transporte público eléctrico se convierta en la norma y no en la excepción.