Madrid se prepara para un nuevo impulso en su movilidad sostenible con la próxima puesta en servicio del carril Bus-VAO en la autovía A-2, prevista para el primer trimestre de 2026. La iniciativa, promovida por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible junto con la Dirección General de Tráfico, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid, tiene como objetivo descongestionar uno de los accesos más saturados a la capital, fomentar el uso del transporte público y reducir las emisiones contaminantes.
Con una inversión conjunta de 13,9 millones de euros, el proyecto ha habilitado tecnológicamente el carril izquierdo en ambos sentidos de la autovía entre Madrid y Alcalá de Henares, aunque en su primera fase de funcionamiento solo llegará hasta Torrejón de Ardoz.
Una solución flexible y de bajo coste
Carril inteligente y uso dinámico
Este nuevo carril funcionará como vía exclusiva para autobuses y vehículos de alta ocupación (VAO) —aquellos con dos o más ocupantes— durante las horas punta, y se abrirá al resto del tráfico en los demás momentos del día. También podrán utilizarlo motos y vehículos de emergencias. Su gestión será dinámica, con sistemas en tiempo real que regulan la entrada y salida a través de balizas luminosas, paneles informativos y marcas viales, que indicarán cuándo es seguro acceder o abandonar el carril.
El funcionamiento se irá introduciendo progresivamente mediante un periodo de pruebas, para que los conductores se familiaricen con el sistema y puedan adaptar sus hábitos de desplazamiento. La vigilancia del cumplimiento se realizará mediante lectores de matrícula y sensores de ocupación, con sanciones para quienes incumplan las normas de uso.
Reducción de tiempos y emisiones
Según los estudios realizados, el Bus-VAO permitirá reducir un 25% el tiempo medio de entrada y salida de Madrid por este eje, lo que se traduce en un ahorro anual de 500.000 horas de desplazamiento y una reducción de 900 toneladas de CO₂ al año. En hora punta, mientras 4.500 coches privados apenas transportan unas 5.000 personas, los 125 autobuses que circulan por la A-2 ya canalizan a más de 5.500 usuarios diarios. Con el nuevo carril reservado, se espera que esta diferencia siga creciendo a favor del transporte colectivo.
Una solución escalable y replicable
El carril Bus-VAO en la A-2 es una solución flexible y de bajo coste, con alto retorno social y ambiental. Las administraciones implicadas no descartan replicar este modelo en otros accesos a la ciudad, como ya se ha hecho en otras grandes urbes europeas.
La medida supone un paso firme hacia una movilidad más eficiente y menos contaminante, mejorando el día a día de miles de personas que se desplazan a diario hacia Madrid. El compromiso institucional queda reflejado en una colaboración interadministrativa sólida, pensada para hacer del transporte público y compartido una verdadera alternativa al coche individual.