La decisión responde al Plan Estratégico para el impulso al Transporte Ferroviario de Mercancías del Ministerio de Fomento que busca "favorecer la intermodalidad y conseguir un reparto modal más equilibrado, con mayor participación del ferrocarril, así como contribuir a la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático mediante la reducción de la emisión de gases con efecto invernadero y la dependencia del petróleo".
El nuevo modelo empresarial persigue que Renfe aporte valor a la cadena logística global mediante mejoras en la calidad del servicio, la eficiencia, la fiabilidad y la sostenibilidad de sus servicios de transporte de mercancías, tal y como marca la normativa de la UE. Para ello, se busca mejorar la sostenibilidad económica, la capacidad comercial y la internacionalización de Renfe para competir en un mercado liberalizado y contribuir a que el ferrocarril aumente su cuota de mercado en el transporte de mercancías hasta un 8% - 10% en el horizonte 2020, uno de los objetivos fundamentales del Gobierno para alcanzar un sistema logístico más eficiente.