De cara al futuro, ambas instalaciones no tienen asignado, por el momento, ningún modelo 100% eléctrico
Esta reunión, de carácter informal –no aparece en la agenda presidencial–, servirá para que el directivo alemán le traslade al jefe del Ejecutivo la estrategia que el consorcio germano tiene en nuestro país en relación con la movilidad de cero y bajas emisiones y los proyectos industriales que están previstos para las fábricas de Martorell (Barcelona) y Landaben (Navarra). Además, solicitará a Sánchez apoyo y compromisos de las administraciones para acelerar la implantación de la tecnología eléctrica en el mercado español, con el fin de que abandone los puestos de cola de Europa y así las inversiones empresariales puedan ser atractivas y estar justificadas con un claro modelo de negocio.
Hasta la fecha, el fabricante únicamente desarrolla proyectos de electrificación en la planta catalana de Seat, donde ya ensambla en la línea 2 las versiones híbrida enchufable y microhíbrida del León. A estas, se le añadirá a comienzos de 2021 el Cupra Formentor PHEV. A diferencia de este centro, en el navarro de VW, que produce el Polo y el T-Cross –en 2021, llegará el rediseño del Polo y el nuevo CUV, que se montará a partir de septiembre–, solo se trabaja con motorizaciones térmicas.
De cara al futuro, ambas instalaciones no tienen asignado, por el momento, ningún modelo 100% eléctrico. No obstante, en el caso de la marca española, se ha comunicado la «intención» de que Martorell fabrique un coche «a partir de 2025», cuando «el mercado haya crecido», tal y como trasladó el pasado 8 de julio el entonces presidente interino del Comité Ejecutivo de Seat, Carsten Isensee, en un evento en el que se anunció una inversión de la compañía de 5.000 millones de euros durante el próximo lustro, enfocada sobre todo en electromovilidad.