En esa línea de actuación, la Comisión se plantea continuar con sus sanciones a Rusia, con el afán de debilitar, al menos, sus recursos económicos. Será el sexto paquete de medidas, que en esa ocasión, va un paso más allá: prescindir del petróleo ruso. Así se lo explicó la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, al pleno del Parlamento Europeo, un proceso que será progresivo pero que, a su juicio, "no será fácil", en especial para determinados países, como Hungría o Eslovaquia, que cuentan con una dependencia casi total de este recurso, pero "solo tenemos que trabajar en ello". ¿Servirá para algo? ¿Es una solución? Seguramente, con esto no se convencerá a Putin de que decline en su actitud, pero también es cierto que el mundo no puede quedarse mirando cómo un país invade a otro. La catástrofe humanitaria está alcanzando unas cotas inaceptables, y entre todos tenemos que acabar con esta situación, cada uno a su nivel. El petróleo ruso es necesario para Europa, de eso no cabe duda, por lo que esta decisión traerá consecuencias a corto plazo, pero los Estados comunitarios parece que están dispuestos a apretarse el cinturón y adoptar una medida tan compleja. Veremos los resultados.