El transporte escolar en Asturias no gana para sobresaltos. Si hace menos de un mes sobrevoló la convocatoria de paro por parte de las concesionarias de los servicios, ante la negativa por parte de la Administración a negociar los contratos (asunto que todavía está por dirimirse, aunque el servicio se presta finalmente), ahora es una iniciativa de Emtusa, la empresa municipal de transportes de Gijón la que ha generado la polémica.
Como anunciamos en pasadas ediciones, el pasado lunes entró en vigor la gratuidad de utilización de los autobuses urbanos para los menores de 13 años que, en el marco de la ciudad de Gijón, porten la Tarjeta Ciudadana, lo que no ha tardado en despertar el malestar entre las empresas de transporte escolar, que consideran que podríamos estar ante un caso de competencia desleal. Consideran que están sometidas a una normativa muy estricta para garantizar la seguridad de los niños durante el transporte, que no cumplen los autobuses municipales.
Según el Real Decreto 443/2001 -«sobre condiciones de seguridad en el transporte escolar y de menores»- los autobuses urbanos pasarían a tener la consideración de transporte escolar cuando un determinado porcentaje de sus viajeros no alcanzase la edad de 16 años, momento en el que se verían afectados por la normativa vigente.
Pérdidas económicas
Algunos empresarios de la zona han calificado esta situación como preocupante, pues de cumplirse los peores augurios, la ocupación de los buses escolares de algunas empresas dedicadas a este servicio podría verse menguada en un 10%, lo que, en función de la cantidad de rutas a explotar, podría cuantificarse en una pérdida mensual de 3.000 euros, según algunas fuentes.
Además, deberían tomarse en consideración otros aspectos denunciados por los transportistas, como la posibilidad municipal de realizar campañas promocionales que incidan negativamente en la utilización del transporte escolar concertado, entre otras.