En el seno de la Unión Europea se enmarca el EIGE, el Instituto Europeo para la Igualdad de Género. Aborda cuestiones tan interesantes como las diferencias en el acceso a los servicios e infraestructuras de servicio, se indica que “los servicios de transporte público no suelen cumplir las medidas de calidad, seguridad y comodidad que exigen los distintos grupos destinatarios, como las mujeres, los discapacitados, los ancianos y los niños. Por lo que respecta a la seguridad, cabe señalar que las mujeres están más expuestas que los hombres a la violencia de género cuando utilizan medios de transporte (autobuses, taxis, etc) y, en particular, al acoso sexual. Esto limita la movilidad de las mujeres y su uso independiente de los medios de transporte públicos e intermedios”.