El documento pretende encontrar soluciones para reducir el empleo de los combustibles fósiles y la generación de gases de efecto invernadero, mediante la aplicación de la ciencia. Su editora principal, Beatriz Rose, argumenta en el prólogo que “gracias a la ciència, conocemos los riesgos que supone el cambio climático y sus causas. Pero además, gracias a ella, cada vez contamos con más soluciones para combatirlo. Dentro del mundo de la ciencia, la química desempeña un papel especialmente relevante en esta búsqueda de soluciones. Muchas de las tecnologías limpias que se emplean hoy, así como muchos de los productos que contribuyen a la reducción de gases de efecto invernadero existen, en gran medida, gracias a esta rama de la ciencia. La química está presente en todo lo que nos rodea, aunque muchas veces no seamos conscientes de ello. Precisamente uno de los objetivos que perseguimos desde BBVA OpenMind es reivindicar el papel esencial que tienen las ciencias en la búsqueda de soluciones a los grandes retos que afronta el mundo, entre ellos la lucha contra el cambio climático. (...) Los gases de efecto invernadero, y sobre todo el dióxido de carbono (CO2), son los principales responsables del cambio climático. Así lo afirma la comunidad científica internacional. La quema de combustibles fósiles, como el petróleo, el gas natural o el carbón, que suministran en torno al 80% de la energía mundial, libera toneladas de estos gases nocivos. Según datos de la ONU los combustibles fósiles son responsables de más del 75% de las emisiones totales. De ahí que gobiernos y empresas de todo el mundo estén redoblando esfuerzos para encontrar formas de reducir esas emisiones y lograr alcanzar los objetivos marcados en el Acuerdo de París de 2015. La ciencia es una herramienta clave Una de las soluciones que más protagonismo ha ganado en los últimos años son las energías renovables como la solar, la eólica o la hidráulica, convirtiéndose para muchos en una especie de Santo Grial de la lucha contra el cambio climático. Pero, ¿serán capaces las energías renovables de generar suficiente energía para satisfacer la demanda mundial? Los datos indican que no. Hoy en día tan solo el 29% de la electricidad proviene de fuentes de energía renovables. Éstas, además, tienen aún varios retos que resolver, entre otros, su dependencia del clima y su almacenamiento. Es necesario, por tanto, seguir investigando otras alternativas. Una de ellas es la energía de fisión. A pesar de ser una fuente de energía que no es nueva y que genera mucha polémica, la ciencia aquí también ha logrado grandes avances. Esta energía podría ser una posible compañera de las energías renovables, al menos hasta que éstas logren resolver los retos que tienen pendientes. Otras alternativas Hay además otras tecnologías que hasta ahora parecían ciencia ficción, como la fusión nuclear, que también pueden contribuir. Los avances científicos en este campo son muy prometedores. La ciencia de los materiales es otra rama de la ciencia que puede aportar grandes soluciones al cambio climático, contribuyendo al desarrollo de nuevos materiales y productos. Un ejemplo es lograr convertir los residuos plásticos en combustible, con el objetivo de sustituir poco a poco los combustibles fósiles por alternativas menos contaminantes”.