A diferencia de lo publicado ayer, coincidiendo con el día de la mujer, “la movilidad de los hombres es más lineal, pendular se podría decir, siguiendo el esquema casa-trabajo-casa, más propia de organizaciones de la estructura social más tradicional”. En cualquier caso, “es de esperar que esta tendencia cambie paulatinamente, en particular, a medida que las nuevas generaciones se vayan incorporando al mundo laboral, dada igualmente la mayor tendencia de este último grupo a utilizar transportes más sostenibles, de uso compartido y con una mayor tecnología”. Teniendo en cuenta este contexto, “todos los agentes sociales de cambio que conforman la sociedad, en especial las organizaciones laborales, cobrarían un papel muy importante a la hora de llevar a cabo prácticas que conduzcan a una movilidad urbana más sostenible poniendo el acento en acercar a las mujeres en particular y a la fuerza laboral en general, soluciones de transporte sostenibles, de una forma accesible”. “Sin accesibilidad no hay movilidad, constituyéndose como un elemento fundamental a la hora de diseñar estrategias de desarrollo urbano. De este modo, maximizar la accesibilidad democratiza el espacio urbano, además de beneficiar y poner en igualdad de condiciones de acceso a una mayor cantidad de personas. La regulación también favorece que haya cada vez más organizaciones que se preocupan por el medio ambiente y el impacto de la movilidad en él, así como por el bienestar integral de su plantilla y su entorno”. Ejes fundamentales La movilidad urbana se convierte así en uno de los ejes principales de las Memorias de Sostenibilidad y Responsabilidad Social de las empresas. Considerado desde la óptica que ofrece la perspectiva de género, “el desplazamiento hacia el lugar de trabajo es uno de los principales que se producen en el entorno urbano, retando a la sociedad actual en su conjunto a repensar cómo configurarla de la forma más sostenible y accesible para todas las personas”. Tal es la importancia de incluir acciones de igualdad e inclusión en el transporte que Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para 2030 comprometen a 193 países, entre ellos España, entre los 17 objetivos hay uno dedicado a la movilidad y la mejora del transporte público (11), que debe ser atravesado por el objetivo 5 de Igualdad real entre mujeres y hombres. Por esta razón, cada vez hay más preocupación en detectar y analizar cómo cubrir necesidades reales que afectan a la sostenibilidad de los equipos, incluyendo la igualdad y la inclusión de la diversidad, como forma de promover la competitividad de las organizaciones. Woman Forward persigue identificar las necesidades de movilidad urbana, combinadas con las preferencias por sexo, edad y otras características demográficas de las personas trabajadoras, sus exigencias de gestión del tiempo, las claves en sus criterios de elección, su localización geográfica, características laborales y sus necesidades personales. “El objetivo es contribuir a detectar el grado de importancia de dichas necesidades y preferencias, y analizar las posibilidades de implantar en las empresas soluciones que sirvan para mejorar las necesidades de movilidad urbana de las personas trabajadoras, a la vez de promover la igualdad e inclusión en las organizaciones logrando a su vez una mayor sostenibilidad y accesibilidad”.