650 empresas expositoras, 400 ponentes en las distintas sesiones y congresos paralelos, 150 novedades anunciadas y un impacto económico por encima de los 50 millones de euros para la ciudad. Estas son las grandes cifras que manejan los organizadores, que reflejan bien a las claras la importancia del Salón.
La Logística se ha convertido en el eje principal sobre el que pivota la economía mundial. Si alguien considera que la afirmación es demasiado grandilocuente, puede echar un vistazo a los problemas del suministro de componentes, del atasco en el Canal de Suez o a los acontecimientos sucedidos durante la pandemia, por mencionar apenas los más recientes.
Eje económico
Por eso, certámenes como el SIL suponen un punto de reunión internacional para debatir no tanto sobre el presente, que ese ya lo conocemos, sino las tendencias que se manejan a corto y medio plazo. Las cadenas logísticas han demostrado su capacidad de resiliencia y adaptación a cualquier circunstancia, pero disponer de previsiones acertadas facilita esa transición.
Y no podemos olvidar otro dato crucial: el SIL cumple 25 años. Eso significa que algo (o mucho) debe estar haciendo bien, porque el nivel del Salón está fuera de toda duda y ha ido creciendo durante este cuarto de siglo.
Así que, felicidades a la Organización y buena suerte en esta edición.