Las
formas de pago en el transporte urbano podrían estar cerca de
vivir un gran cambio, o así al menos lo espera un reciente estudio de
Wordline. En él, analizan cómo determinados cambios de paradigma empiezan a
exigir métodos más flexibles, así como una mejora en la integración de aplicaciones de movilidad y en la omnicanalidad.
Uno de los aspectos a destacar es la forma en que el teletrabajo, cada vez más común, puede afectar a la manera en que los usuarios afrontan su relación con el transporte. Según los datos del estudio, el 66% de los ciudadanos teletrabaja al menos una vez a la semana, lo que ha hecho que muchos abandonen los planes de abono mensual o anual de movilidad urbana ofrecidos habitualmente. Estos prefieren decantarse por opciones que establezcan un tope semanal o mensual, obligando a estudiar su implementación y generando nuevos retos.
Nuevas formas de pago y recarga
A su vez, la aparición de opciones de movilidad sostenible como bicis o patinetes eléctricos obligan a mejorar la movilidad urbana y las experiencias de los usuarios, algo que puede lograrse mediante los sistemas de pago digitales. Estos, al igual que los procesos de pago rápido, permiten a los viajeros acceder rápidamente a trenes, autobuses o metros, mientras que los sistemas de pago inteligentes proporcionan métodos de recarga fáciles de usar, dando incluso la opción de realizarla online o a través de dispositivos inteligentes.
Wordline propone pues que los operadores de transporte den prioridad a las opciones de pago centradas en ofrecer al cliente múltiples opciones. Esto facilitaría a su vez el acceso a datos sobre horas punta, rutas más frecuentadas y tendencias en el uso de las tarifas que, combinados con datos complementarios sobre movilidad, ayudan a definir rutas, horarios y servicios más eficientes.