Y los datos son curiosos. Por un lado, el 66% de los europeos prefiere el transporte privado al público para ir a trabajar, aunque también se apunta en el documento que cada vez son más los que prefieren modos alternativos, como la bicicleta o el transporte público. Hablamos en general, porque en España sólo el 5% opta por la bici.
Menos estrés en el vehículo propio
La opción del coche o la moto cada mañana tiene un componente de estrés, como lo afirma el 30% que reconoce llegar más estresado al trabajo por esta vía, pero contrasta con el 40% que también afirma llegar nervioso si elige el transporte público, apuntando como razones el tráfico, los horarios o los transbordos.
Pero lo que resulta más complicado de entender es que el 75% de los europeos considera el transporte público eficiente. Entonces, ¿qué necesitan para que sea una opción viable?
El tiempo de viaje también tiene su relevancia: “El 39% de los europeos tarda más de 45 minutos en llegar al trabajo. El país en el que tardan menos en llegar es Portugal, con una media de 34 minutos”, y resulta que “también es de los menos estresados en Europa”.
Por todo ello, se apunta en el estudio una pregunta clave: ¿Quiere decir esto que el transporte público necesita mejorar su reputación?