En cualquier caso, los fabricantes no sólo están ya manos a la obra, sino que trabajan sobre diferentes escenarios para estar preparados ante cualquier coyuntura que se les presente. Un reciente artículo publicado por la consultora internacional McKinsey recoge el resultado de una macroencuesta realizada sobre la conducción autónoma, demostrando que, a esas distintas velocidades, está llegando para quedarse. “2023 fue un punto de inflexión para el sector de los vehículos autónomos. Aunque los principales actores fueron capaces de llevar a cabo con éxito sus primeras operaciones comerciales y aumentar su financiación, otros sufrieron importantes contratiempos, detuvieron o redujeron sus operaciones, o abandonaron el mercado por completo. Teniendo esto en cuenta, aún queda mucho por hacer antes de que el sector de los vehículos autónomos esté totalmente maduro, pero ¿cuánto?”, se preguntan en McKinsey. Además de llevar a cabo la encuesta de 2023, se han comparado sus resultados con otra similar efectuada en 2021, y se puede apreciar algunos cambios significativos en apenas dos años: “las expectativas regionales están cambiando, los plazos para el desarrollo de vehículos autónomos se están ampliando y las inversiones necesarias están aumentando”, aunque por el contrario, también se identifican “nuevas oportunidades para los fabricantes de vehículos autónomos, como mercados más diversificados y tecnologías con márgenes del 17% o más”. Los actores esperan una diversificación regional y de mercado La mayoría de los encuestados por McKinsey manejan una prevision de “tres o menos empresas se harán con una parte dominante del mercado”. En el caso de Estados Unidos, por ejemplo, “sólo el 15% de los encuestados espera que el mercado esté dominado por una o dos empresas”, mientras que “el 38% de los encuestados prevé que el mercado europeo estará dominado por dos o menos operadores”. En 2021, el 58% de los encuestados manifestaron que “Norteamérica sería la primera en desplegar pilotos de autopista de Nivel 4 (L4)”, pero en 2023 las respuestas están mucho más repartidas entre China y Norteamérica, lo que evidencia “el progreso de China en la carrera de los vehículos autónomos, impulsado por factores como un sólido respaldo gubernamental, mayores inversiones en investigación y disponibilidad de datos, y una actitud receptiva de los consumidores hacia la adopción de nuevas tecnologías”. Los plazos se alargan Otro aspecto abordado por la encuesta es el calendario de adopción de los vehículos autónomos, que parece haberse retrasado “entre dos y tres años de media en todos los niveles de autonomía con respecto a la encuesta de 2021”. Los robo-taxis L4 se esperan comercialmente disponibles a gran escala en 2030, mientras que “el transporte por carretera totalmente autónomo sea viable entre 2028 y 2031”. La falta de financiación o las complicaciones legistativas pueden ser las causantes de este retraso, aunque no parada definitiva.