En el encuentro, al que también acudieron el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián; el director de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno, Javier Vallés; y el director general de Anfac, Luis Valero, los representantes de la Asociación informaron a Rodríguez Zapatero de los importantes retrocesos del mercado y la producción registrados en lo que va de año y que han motivado la adopción de medidas como los EREs con el fin de poder adecuar la fabricación en las factorías a la bajada de demanda de los mercados, tanto para este año como para 2009.
Por su parte, el jefe del Ejecutivo, tras reconocer que el sector del automóvil es estratégico y muy importante para la economía del país, y que está pasando una situación muy delicada, mostró su disposición a tomar medidas a corto y medio plazo para garantizar la competitividad de la industria establecida en España y se comprometió a incluir parte de las sugerencias recibidas en el Plan Integral del Automóvil.
Igualmente, se hizo especial hincapié en el problema de liquidez de toda la cadena de valor del sector (empresas de componentes, concesionarios, importadores, vendedores, etc.), y se barajaron posibles soluciones a corto plazo.
Medidas
Dentro de las medidas propuestas por Anfac se encuentra el impulso a la demanda con un nuevo Prever para turismos y vehículos industriales, el apoyo de la UE a la financiación del sector, el apoyo a las deducciones por I+D+i y la financiación al condumidor para garantizar que el paquete de ayudas al sistema financiero llegue a consumidores y Pymes.
En cuanto a las medidas relacionadas con los aspectos sociales, Anfac le ha propuesto al Gobierno de Zapatero la mejora en la gestión de la incapacidad temporal para reducir el absentismo, el aplazamiento de las cotizaciones sociales de las empresas y del IRPF, el contrato temporal de mayor duración y la potenciación del convenio de empresa.
Por último, destaca la mejora logística mediante la promoción de transporte más eficiente: trenes de 750 metros, camiones de mayores dimensiones y servicios portuarios más flexibles, y el comercio exterior con el apoyo del Gobierno a los fabricantes en las Negociaciones Comerciales de la UE frente a terceros países.
