Con la adquisición de dos nuevos autobuses eléctricos cien por cien eléctricos, el Ayuntamiento de Granada ha aumentado al 23 por ciento el número de vehículos que cumplen los objetivos de bajas y cero emisiones en la ciudad. Actualmente, la flota del transporte urbano cuenta con un total de 194 buses, de los cuales 26 son microbuses, 40 son híbridos y, tras esta nueva incorporación, seis están electrificados.
Motor eléctrico impulsado por baterías
Los motores eléctricos son muy fiables y permiten obtener un ahorro adicional en los costes de mantenimiento, ya que cuentan con un menor número de piezas y partes móviles sometidas a desgaste. La alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, ha explicado que la nueva adquisición forma parte de la línea de acción para transformar el transporte urbano. Esta iniciativa está financiada por el Fondo de Recuperación Next Generation. Sin embargo, según las palabras de la máxima responsable municipal, esto ha supuesto un "enorme esfuerzo económico municipal". La financiación europea cubre 200.000 euros por unidad, mientras que el resto del coste, más el impuesto sobre el valor añadido, fijado en 1.345.520 euros, ha sido financiado con fondos municipales.
"Al contar con motores que funcionan sin consumir combustibles fósiles, los nuevos vehículos cien por cien eléctricos permitirán disminuir las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero (GEIs) mientras se realiza la carga con energía renovable", ha destacado la alcaldesa, resaltando los "significativos beneficios" de estos vehículos en el objetivo de mejorar la calidad del aire de la ciudad.
“Obtenemos una reducción en la huella de carbono de ochenta y nueve toneladas equivalentes en dióxido de carbono por vehículo (89 TeqCO2/vehículo año), un total de 179 TeqCO2/año”, ha señalado, comparando con un autobús similar con motor de combustión. En cuanto a la mejora de la calidad del servicio del transporte público, se destaca que los nuevos vehículos contribuyen significativamente. Esto se debe a que el motor eléctrico de menor tamaño permite optimizar los espacios, lo que resulta en un habitáculo interior más amplio y mejorado para los usuarios en comparación con los modelos clásicos.
Utilizando un motor eléctrico impulsado por baterías embarcadas alimentadas por energía eléctrica, los autobuses eléctricos disminuyen "drásticamente" la polución. Además, cuentan con un sistema de recarga de las baterías que optimiza su uso y permite una mayor autonomía de servicio al aprovechar la energía producida en la frenada o la inercia de las retenciones.
En comparación con el consumo de combustible de las tecnologías de propulsión tradicionales, que tiene un coste significativo en el transporte, la electricidad se presenta como un combustible más económico. Por lo tanto, en los vehículos eléctricos, el coste asociado al consumo es menor que en los vehículos tradicionales. Además, al permitir una mayor reducción de las pérdidas energéticas causadas por rozamiento y calor, la electricidad contribuye a mejorar la eficiencia en el funcionamiento de estos vehículos.
"La reducción de la contaminación acústica en estos vehículos ha sido especialmente destacada. Gracias a su tecnología, tanto el ruido exterior como interior es mínimo, lo que no solo ayuda a mejorar la calidad del aire, sino también favorece el descanso y hace que Granada sea una ciudad más cómoda para vivir", afirmó.
