Viajar de forma sostenible no siempre requiere grandes inversiones. Aunque conducir un coche eléctrico es una opción ecológica, alternativas colectivas como el autobús o el tren pueden tener un impacto medioambiental aún mayor, especialmente si están al alcance de más personas. Así lo demuestra Flix, el grupo de movilidad que opera servicios como FlixBus y FlixTrain, que tuvo el año pasado un enorme impacto.
Los cálculos se basan en una comparativa de emisiones entre distintos modos de transporte
Según datos recién publicados por la compañía, en 2024 los pasajeros que eligieron Flix en lugar de coches privados o aviones ayudaron a evitar la emisión de 1,5 millones de toneladas de CO₂ a nivel mundial. Esta cifra equivale al efecto positivo que tendría plantar más de 24 millones de árboles y mantenerlos durante una década.
Los cálculos se basan en una comparativa de emisiones entre distintos modos de transporte: en Europa, un autobús de Flix emite al menos cinco veces menos CO₂ que un coche privado y al menos diez veces menos que un avión. Además, sus emisiones se sitúan en niveles similares a los de los trenes interurbanos, consolidando al autobús como una opción asequible y eficaz para reducir la huella de carbono en los desplazamientos.
"Debemos permitir que todas las personas puedan tomar decisiones responsables, con independencia de su situación económica. En 2024, millones de personas optaron por viajar de forma colectiva en lugar de conducir solas. Esto es acción climática a gran escala, y estamos decididos a seguir apoyándola", afirmó André Schwämmlein, CEO y cofundador de Flix.
Una alternativa sólida
Mientras que el debate climático suele girar en torno a tecnologías del futuro, la empresa destaca que soluciones ya disponibles como los servicios de autobús y tren están marcando una diferencia real hoy en día. En especial, los autobuses de larga distancia han demostrado ser una alternativa sólida en aquellas regiones donde el tren no llega o lo hace de forma limitada, como en zonas rurales o localidades más pequeñas.
"Ha llegado el momento de desmontar un mito: el autobús no es el último recurso para viajar colectivamente, sino una opción lista para usarse allí donde el tren no llega. Queremos democratizar los viajes sostenibles, y el autobús es la herramienta más poderosa que tenemos para lograrlo", subrayó Schwämmlein.
En paralelo, Flix continúa avanzando hacia su objetivo de descarbonización total. La compañía trabaja en la transformación progresiva de su flota mediante el uso de tecnologías como la propulsión eléctrica o el biogás, dentro de su compromiso con la Iniciativa Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi). Su meta es alcanzar las emisiones netas cero en Europa para 2040 y a nivel global para 2050.