Una encuesta del CEL revela que más del 40% de las compañías sufrió pérdidas superiores al 30% de su facturación diaria por la falta de planes de contingencia efectivos
Ramón García, director del CEL: “Los acontecimientos recientes subrayan la necesidad de contar con planes de contingencia bien definidos y actualizados”
Madrid, 13 de mayo de 2025. Solo una de cada cuatro empresas contaba con un plan de contingencia eficaz para afrontar el apagón eléctrico que afectó a gran parte del país el pasado 28 de abril, según revela una encuesta realizada por el Centro Español de Logística (CEL). El estudio, que recoge las respuestas de más de 50 compañías de distintos tamaños y sectores, evidencia el fuerte impacto operativo y económico del incidente, afectando especialmente a las empresas del sector industrial y logístico.
El 65% de las empresas consultadas reconoce que su operativa logística se vio severamente interrumpida, experimentando paros totales o parciales en sus procesos. Este impacto se tradujo en pérdidas superiores al 30% de la facturación diaria para el 42% de las compañías, mientras que un 12% sufrió pérdidas moderadas (de hasta el 30%) y un 15% registró pérdidas leves (inferiores al 5%).
Vulnerabilidad de las empresas ante disrupciones
La encuesta del CEL también revela que el 54% de las empresas dispone únicamente de sistemas de respaldo energético limitados a funciones críticas, lo que pone de manifiesto la vulnerabilidad de las cadenas de suministro ante disrupciones de origen eléctrico o tecnológico. Además, el 8% de las empresas no logró recuperar su actividad normal ni siquiera 24 horas después del apagón.
Ramón García, director general del CEL, ha destacado la importancia de contar con planes de contingencia efectivos y actualizados: “Los acontecimientos que hemos vivido en los últimos cuatro años ponen de manifiesto la necesidad de contar con planes de contingencia bien definidos, capaces de activarse con rapidez y adaptarse a distintos escenarios”. García subrayó que la norma ISO 28000 ofrece a las empresas un marco reconocido internacionalmente para gestionar la seguridad en la cadena de suministro, identificando riesgos y garantizando la continuidad del negocio.
Falta de preparación y escasez de planes de contingencia
Uno de los datos más preocupantes del estudio es que el 21% de las empresas encuestadas reconoce no haber tenido ninguna estrategia de prevención ante este tipo de incidentes. Esta falta de planificación deja a las compañías expuestas a disrupciones que pueden afectar no solo a su rendimiento económico, sino también a su reputación y capacidad operativa.
Los resultados del informe muestran una marcada diferencia entre las empresas que operan a nivel internacional y las que se limitan al ámbito nacional. Mientras que el 58% de las compañías participantes tiene dimensión internacional, el 33% opera exclusivamente en España, lo que refleja que las empresas más globalizadas tienden a estar mejor preparadas para afrontar crisis de este tipo.
Sector industrial y logístico, los más afectados
El CEL señala que las empresas del sector industrial y logístico fueron las más afectadas por el apagón. Los fabricantes son la categoría más representada entre los participantes de la encuesta, seguidos de los operadores logísticos y retailers. Esta situación refleja la alta dependencia de la energía eléctrica para garantizar la continuidad de los procesos productivos y de distribución.
El informe también pone de manifiesto que, aunque muchas empresas cuentan con sistemas de respaldo energético, estos son insuficientes para hacer frente a interrupciones prolongadas. La implementación de tecnologías de gestión de energía y la adopción de estándares de seguridad como la ISO 28000 se presentan como soluciones clave para mejorar la resiliencia operativa.
Lecciones para el futuro: planificación y prevención
El CEL insta a las empresas a revisar sus planes de contingencia, asegurando que estos sean capaces de activarse rápidamente y de adaptarse a distintos escenarios, desde apagones y ciberataques hasta interrupciones logísticas. Ramón García subraya que la clave está en anticiparse a las crisis y no limitarse a reaccionar una vez que estas ocurren.
“La capacidad de respuesta ante un apagón o cualquier otra disrupción depende de la planificación previa. Las empresas deben adoptar un enfoque preventivo, basado en protocolos claros y bien definidos, que les permitan mantener su actividad incluso en los momentos más críticos”, concluyó García.
El Centro Español de Logística (CEL) se compromete a seguir apoyando a las empresas en la mejora de sus capacidades de gestión de riesgos y continuidad de negocio, promoviendo la adopción de buenas prácticas y estándares internacionales que fortalezcan su resiliencia operativa.