Las cifras son demoledoras: mientras las aseguradoras españolas celebran beneficios históricos, el sector del auxilio en carretera se hunde en una crisis sin precedentes. Según datos publicados por la patronal del seguro Unespa, las compañías aseguradoras ganaron 1.620 millones de euros en los tres primeros meses del año, un 22% más que en el mismo periodo de 2024. En particular, el ramo de Autos registró un beneficio técnico de 192 millones, disparándose un 123% respecto al año anterior. Las primas medias, además, han aumentado un 9%, alcanzando los 470 euros. Pero este éxito contrasta dramáticamente con la situación de quienes están sobre el terreno: las empresas encargadas del auxilio en carretera.
Desde la Alianza de Auxilio en Carretera, integrada en fenadismer, alertan de que la situación es “insostenible” y que el sector acumula una caída del 2% en sus resultados. Todo esto pese al fuerte aumento del volumen de siniestros, lo que implica más trabajo, más desplazamientos y más costes… sin que ello se traduzca en una mejora en las tarifas pagadas por las aseguradoras a las empresas de auxilio. Estas llevan años trabajando con precios congelados, sin que se actualicen los contratos a los costes reales del servicio. El resultado: un sector asfixiado, con empresas al borde del cierre y trabajadores enfrentando jornadas maratonianas para mantener un servicio que no se remunera con justicia.
“Nos sentimos desamparados”, afirma Xavier Martí, portavoz de la Alianza. “Tenemos cientos de empresas en graves dificultades para mantener la viabilidad de sus negocios. Si esto sigue así, se prepara un otoño caliente en el sector”. La amenaza no es menor. De no tomarse medidas urgentes, podría producirse un colapso progresivo del sistema de auxilio en carretera, un servicio esencial para millones de conductores.
fenadismer exige que se reconozca y retribuya adecuadamente el papel de estas empresas. Y es que, en un país donde se conduce a diario y los siniestros son una constante, la movilidad segura depende en buena parte de que estas unidades de respuesta estén operativas y bien dotadas. Si no hay condiciones justas, no habrá auxilio. Y eso, más allá de las cifras, lo pagará la sociedad en su conjunto.