El primer y principal objetivo del plan será "romper la tendencia a la baja" de los tráficos de mercancías por ferrocarril, además de consolidar el proceso de liberalización de este mercado, que arrancó en 2005. Para ello, además de garantizar la intermodalidad y la conexión con los puertos, Fomento se propone adecuar las líneas de tren convencional que vayan quedando en desuso por la entrada en servicio de los corredores de Alta Velocidad para que acojan tráficos de mercancías. La cuota de mercado del tren en transporte de mercancías era del 4,1% a cierre de 2007, frente a la del 10,3% que registraba justo una década antes, en 1997.