Para Padrosa, lo que hay detrás de la anunciada medida es una estrategia francesa que consiste en incluir el tema en su país y así obligar a los limítrofes a decir ‘si yo atravieso Francia y les pago, entonces también les voy a cobrar a ellos. Me habéis frenado, muy bien, pero para 2011 igualmente vamos a tener la tasa ’, reflexiona el presidente de Astic.
Por otro lado, no cabe duda de que éste no es el mejor momento para establecer nuevas tarificaciones, si bien difícilmente exista un buen momento para ello. "Ahora las empresas estamos intentando sobrevivir", continúa Padrosa.
Como es de esperar, las asociaciones francesas "a priori no están por la labor", explica el presidente de Astic. "Tienen claro que esto debe ser compartido por los distintos modos de transporte. Ahora, si el 80% del transporte se hace por carretera, el Sector acabará pagándolo".
La competitividad del Sector
La idea de que el coste de utilizar la carretera debería ser compartido por los distintos modos no sólo se encuentra arraigada entre las asociaciones francesas de transportistas, también entre las de nuestro país, que han manifestado su desaprobación en reiteradas ocasiones. Además, a la clara postura expresada por la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, durante la última reunión del año de los titulares de Transporte, se añade un estudio elaborado por la Fundación Francisco Corell. "El estudio viene a decir que el transporte paga sobradamente los costes de infraestructura. A través de los peajes que pagamos de por sí, hasta hoy; de la Euroviñeta que se pagaba hasta hace poco, y de los costes medioambientales que tenemos que pagar por medio de la norma Euro 5, lo hacemos sobradamente", resume Padrosa. "El transporte ya paga por el uso de las infraestructuras. No tenemos por qué pagar las ineficiencias de los otros modos".
"Si a esto se añade que los ferrocarriles están subvencionados directamente por el Estado, y que pagan un valor energético más bajo, estando por tanto doblemente subvencionados, y que algo parecido ocurre con los otros modos, tenemos un agravante comparativo por partida doble", continúa. "Si aún así acabamos siendo competitivos, habría que plantearse qué modelo de transporte podemos implantar, y qué tipo de intermodalidad", concluye el presidente de Astic.
