Si el mercado automovilístico consigue adaptarse a esta propulsión alternativa entre 2010 y 2020, se habrán acortado los plazos de comercialización "de dos a cinco años", tal y como afirma el comisario de Ciencia e Investigación, Janez Potocnik.
Los 470 millones de euros proceden del VII Programa Marco de Investigación, a los que se espera que en los próximos seis años se sume una cantidad similar del sector privado. Según el comisario europeo, se trata de crear "una serie de recursos financieros y de investigación" que impulse este tipo de fuente energética y que atraiga "al sector privado para su pronta comercialización. Europa está enfrentándose a uno de los mayores retos para asegurar el suministro de energía, preservar el medio ambiente y mantener la economía competitiva. Este tipo de tecnologías pueden ayudarnos en todos estos aspectos".
Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Günter Verheugen, responsable también de asuntos relacionados con las empresas y la Industria, afirma que "la introducción de vehículos de hidrógeno tiene el potencial de hacer que el aire de Europa sea más limpio, y reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Si imponemos estándares comunes podremos soportar la introducción de estas uidades y asegurar una alta seguridad para los ciudadanos. También supone una oportunidad de elevar su competitividad para los fabricantes europeos".
Homologaciones
La segunda medida aprobada por el Ejecutivo comunitario busca conseguir la homologación de todos los modelos de automóvil que los fabricantes puedan comercializar en el futuro, mediante un modelo único que facilite a los fabricantes de automóviles pasar desde el motor basado en el petróleo a uno cuya fuente de energía sea el hidrógeno. "No hay nadie capaz de vaticinar si el coche del futuro estará basado en pilas de combustible de hidrógeno, pero es una oportunidad que no podemos dejar escapar", recalcó Potoknic.
