Algunos accesos a Barcelona comenzaron a experimentar la semana pasada el nuevo modelo de velocidad variable propuesto por el Servicio Catalán del Tráfico. El sistema modifica la velocidad entre los 80 y los 40 kilómetros por hora en función de la contaminación, la congestión, los accidentes y el clima.
Josep Pérez-Moya, director del SCT, ha explicado que se tendrán que esperar semanas o meses para comprobar la incidencia real en el tráfico de la aplicación de esta medida, que ha levantado una fuerte controversia política ya que por la noche no se aplicará finalmente flexibilidad para ir a más de 80 por hora, como pedían algunos consellers y alcaldes socialistas, la oposición y el RACC.
En lo que respecta al funcionamiento técnico, Pérez-Moya sí que ha hecho un balance positivo del estreno del control dinámico de la velocidad, sustentado en los pórticos luminosos instalados en los paneles situados a cada kilómetro de carretera y en el seguimiento informático que se realiza todo el día en la sala de control de tráfico.
Según el responsable de Tráfico, la velocidad sólo baja de diez en diez kilómetros por hora, por lo que en ningún caso se podrá pasar de golpe de los 80 kilómetros a los 40 por hora.
Dudosa efectividad
Los conductores de turismos y camiones, por su parte, han expresado diversidad de opiniones sobre la puesta en marcha de la velocidad variable en los accesos a Barcelona, en una consulta realizada por la agencia Efe. En general, el sentir predominante acerca de la nueva reglamentación es negativo.
La mayoría de los conductores consultados encuentran "un poco excesivo" el hecho de que se pueda llegar a circular a 40 kilómetros por hora en momentos determinados por la contaminación, la congestión, los accidentes y el clima. En opinión de un conductor, el nuevo sistema de velocidad variable es negativo ya que "si a 80 kilómetros por hora ya se va justo, a 40 tardaremos siglos en llegar a Barcelona", y ha pedido a los responsables de tráfico de la Generalitat "que miren a Europa y vean" las diferentes experiencias. Por contra, una conductora ha apreciado la implantación de este nuevo modelo "si reduce accidentes", pero ha expresado sus dudas sobre su efectividad en el tema medioambiental ya que, a su juicio, "no está comprobado". Por último, un camionero consultado ha señalado que "el camión limita la velocidad, por lo que a mí ni me va ni me viene" la nueva medida.
