El piloto ruso repite así la victoria lograda en 2005, con casi cuatro minutos de ventaja en la general sobre Chagin, que no pudo conseguir el que habría sido su sexto título del Dakar. El tercer cajón del podio fue para el holandés Gérard De Rooy, a casi una hora del ganador final, montado en un Ginaf.
"En la última etapa estaba muy nervioso, porque la diferencia en la clasificación era mínima —declara el ganador a la web oficial del Rally—. Al mismo tiempo, se trataba de una etapa fácil, bastaba con ir rápido y no perder el control. Sabía que era posible. En Kamaz, la política deportiva es simple: los pilotos puede correr a sus anchas y que gane el mejor. No hay otra consigna. Supe que había ganado el Dakar al ver la línea de llegada de la última etapa. En el Dakar, no se puede pensar en la victoria hasta el final. Ya he terminado en dos ocasiones primero, en tres ocasiones segundo y en otras tres, tercero. Pero esta victoria resultaba muy importante para nosotros".
